Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(1053-1590) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

Quién es más "asocial", la sociedad o el ladrón  1331. Entre estos polos el resto de la humanidad terrena estaba dividida en rangos y clases sociales según la posesión de "capital" o de "cuenta bancaria" de cada individuo. Toda diferencia natural de clase, es decir, la innata "diferencia espiritual", la diferencia en inteligencia y sentimiento, la diferencia en intelectualismo y moral se había dejado aquí totalmente de lado como un factor totalmente secundario al lado de la importancia absoluta en la diferencia de clases que representaba la cuantía del capital o "cuenta bancaria" de los seres. Los hijos, eventualmente sin ningún talento, del hombre rico se convertían en "seres de la clase alta", en "directores" y figuras en la cúspide de las grandes empresas del padre o de la familia, independientemente de que fueran ingenuos, menos dotados o primitivos, si no eran directamente tan débiles mentales que tenían que declararse anormales o sin discernimiento, del mismo modo que el hijo del hombre pobre y sin medios no tenía, naturalmente, ninguna posibilidad para ocupar tales cargos, independientemente del talento o de las cualificaciones y formación que a pesar de todo tuviera. De aquí el refrán que dice: "El diablo a los suyos quiere". Que "la clase alta", de este modo, tuvo que incluir un gran porcentaje de individuos que prácticamente se convirtieron en ociosos, malgastadores de la vida, despilfarradores, del mismo modo que "la clase baja" tuvo que ser la residencia de un gran porcentaje de los denominados individuos "asociales": "rateros", "ladrones", "estafadores" o "embaucadores" en el ámbito económico es, naturalmente, obvio. Si el sin recursos no encuentra trabajo y, de este modo, no tiene la posibilidad de procurarse ingresos del pretendido modo "legal", no tiene, claro está, otra salida que el "ilegal", o sea, el camino que es ni más ni menos el camino del animal para el mantenimiento cotidiano de la vida. Pero, ¿es esto, en realidad, un delito? Hace mucho tiempo que es un hecho que el dominio de la sociedad por "el principio falso de los negocios" no ha creado de ningún modo ninguna seguridad digna de confianza de que todo el mundo pueda evitar el paro y la subsiguiente existencia sin recursos. Pero cuando la sociedad no le puede garantizar al individuo esto, este individuo es llevado de nuevo al "estadio del animal", a las condiciones de vida del "animal". Sólo puede servirse de "los métodos del animal" tomando la justicia en su mano". Tiene que "tomar él mismo" si no prefiere disponerse a morir. ¿Quién es más asocial en esta situación, la sociedad o "el ratero" y "el ladrón"?


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.