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| La consecuencia del "principio falso de los negocios" | 1320. Y dado que, tal como hemos dicho, es este último principio el que poco a poco se ha convertido en un factor que todo lo domina en el actual orden mundial humano, terreno, también vemos en ciertos lugares la miseria, el hambre y la pobreza más horrorosas, mientras que, de modo correspondiente, vemos en otros lugares una colosal acumulación de bienes, riquezas y artículos de primera necesidad inmovilizados como "propiedad privada" intocable. El acceso a estos bienes sólo puede tener únicamente lugar aceptando pagar el precio más alto por la cantidad más pequeña posible de dichos artículos, es decir, "el mayor valor posible por el menor valor posible". De este modo cada individuo de la colectividad humana terrena, sujeto a las leyes en cuya creación y autorización él mismo ha participado con su "derecho al voto", tiene que pagar un mayor o menor sobreprecio por cada trozo de pan, de hecho, por cada bocado de comida y trago de bebida que la vida exige para su mantenimiento. Pero lo que está sujeto a las leyes autorizadas tras "el principio falso de los negocios" no son solamente los artículos de primera necesidad condicionantes de vida, sino que también lo están en sumo grado los objetos de ropa y las viviendas de importancia vital. Aquí también se pagan sobreprecios fantásticos, que así mismo se acumulan como "fortunas privadas" de individuos aislados. Es más, a tanto llega este "principio falso" o camuflado de "los negocios", que también ha inmovilizado la fuerza corporal y mental de los individuos concretos como una "mercancía" fundamental, es decir, como un estupendo objeto de una explotación desvergonzada, que, así mismo, está protegida por las leyes del estado que los individuo mutuamente, cada uno de ellos ignorando la auténtica verdad, eventualmente han apoyado celosamente con su "derecho al voto". |
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