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En la época del "Antiguo Testamento" se ignoraba que la fidelidad conyugal no podía mantenerse por medio del poder y se hizo, por lo tanto, del matrimonio una fuerza estabilizadora de un derecho de propiedad imaginario  1313. De este modo, se ignoraba totalmente que la fidelidad conyugal es imposible que sea un problema de poder. No se comprendió que una fidelidad conyugal, que exclusivamente se posee o mantiene en virtud de una amenaza o temor de pena de muerte u otro castigo o molestia, no tiene nada que ver con la verdadera "fidelidad", sino que al contrario sólo es una "esclavitud" en la que se mantiene a otro ser encarcelado sin ninguna forma de protección como una simple "propiedad material". No se comprendió en absoluto que la verdadera "fidelidad" sólo existe como un resultado del amor. Donde hay verdadero amor no se necesita "muerte a pedradas" ni amenazas de otras cosas desagradables para mantener la fidelidad. Cuando se ama en el sentido absoluto también se es fiel. ¿Y no es, precisamente, esta misma ignorancia total la que se revela en la prohibición de matrimonio con "no judíos"? No se comprendió así que cuando un ser "judío" amaba a un ser "no judío" y era amado por este ser, estos dos seres ya habían sido casados por la Divinidad misma. Su amor mutuo es, claro está, la mano con la que la Divinidad bendice o instituye el matrimonio absoluto entre dos seres. ¿De qué otra manera se podía hacer que un matrimonio fuera más perfecto y más feliz? Y donde el amor ha desaparecido totalmente en una de las partes, la Divinidad ya ha disuelto el matrimonio. Un matrimonio sólo puede existir como amor mutuo y con la consiguiente evidente fidelidad. Un matrimonio que sólo se mantiene por la ley y, con ello, por amenazas de pena de muerte u otras cosas desagradables, sólo es una fuerza estabilizadora de un "derecho de propiedad" imaginario y no tiene nada en absoluto que ver con un verdadero matrimonio.


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