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| Por qué la vida eterna del ser vivo tiene que formarse como un camino en dirección descendente pasando por los valles de la oscuridad y ascendente hacia las cimas de la luz | 1294. Pero hemos visto que este paso por la oscuridad es, en realidad, un camino ascendente hacia las cimas de la luz. Hemos visto que toda esta trayectoria es un eslabón indispensable del proceso creador divino sin el cual la facultad de experimentar las más altas cimas de la luz sería imposible, de hecho, sin esta "zona de muerte" no existirían en absoluto "las cimas de la luz". Para que pueda haber cimas tiene que haber un correspondiente abismo o valle profundo. La técnica creadora eterna o plan divino del universo tiene, por consiguiente, que mantener absoluta y necesariamente la manifestación de un "profundo valle de la muerte" para que "las cimas de la vida" puedan acentuarse. Y cuanto más profundo es el valle más altas tienen que ser las cimas. Y la vida eterna, tanto de la Divinidad como del hijo de Dios, sólo existe, de este modo, en virtud de este mantener un permanente valle profundo y unas correspondientes grandes alturas o cimas. La vida eterna del hijo de Dios tiene, por consiguiente, que formarse como un paso por el valle profundo para que allí pueda ver de cerca los detalles locales de la oscuridad, y por las cimas para que allí pueda ver de cerca los detalles locales de éstas. Tiene, por lo tanto, que descender al valle para poderse convertir en un genio en el "mirar hacia arriba" y ascender a las cimas para poderse convertir en un genio en el "mirar hacia abajo". Y este camino o paso es lo que los lectores ya conocen aquí, en "Livets Bog", como "ciclo de espiral". |
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