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"La energía materna"  1283. Pero que el universo o cosmos es, de este modo, un organismo "vivo" en funcionamiento nunca se habría convertido en un hecho si no existiera otro factor como una realidad fundamental. Este factor no es ninguna forma directamente visible de "sustancia", tal como es el caso con las otras formas de materias o sustancias de la vida cotidiana. Se convierte, al contrario, en un hecho por medio de la circunstancia inalterable de que cada una de estas otras sustancias o energías aparece en una organización lógica con una especialidad absolutamente imprescindible para la totalidad. Así vemos lo imprescindible que es el agua para la existencia animal y vegetal. Vemos lo imprescindible que es la sangre en nuestro propio organismo. Vemos que la sal, el azúcar y todos los demás productos químicos, cada uno con su reacción, son factores imprescindibles en la forma de existencia en la que actualmente experimentamos la vida, del mismo modo que también hemos visto que cada uno de los diversos seres vivos con su especial naturaleza, capacidad sensorial y facultad de reaccionar frente a su entorno constituye o representa, así mismo, una especialidad particularmente necesaria para la existencia de la totalidad o conjunto del universo. Que, de este modo, las seis distintas energías básicas se combinen y den lugar a nuevas "mezclas de energía", con lo que surgen múltiples formas de sustancia, cada una de las cuales constituye un material especial e imprescindible en beneficio de la totalidad, revela, claro está, la presencia del factor o del "algo" por medio del cual esta inmensa organización se desencadena no casualmente, sino de una manera lógica, sistemática y racional. Pero algo que puede mover y organizar sustancias o energías también tiene que ser en sí mismo energía, dado que la organización o el cambio de sitio de las sustancias o materias sólo puede existir de por sí como reacción de energía. Este nuevo factor, al que aquí hemos llegado, tiene, así pues, que ser "energía". En caso contrario tendría que ser "quietud" o "inmovilidad" total. Y con una "quietud" o "inmovilidad" total sería totalmente imposible mover nada. Así hemos llegado aquí a una nueva forma de energía. Pero como los lectores ya hace tiempo que han comprendido, esta forma de energía es lo mismo que la séptima energía básica: "la energía materna".


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