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Quién es "delincuente" o "el enemigo" del estado y la cultura  1260. Pero, ¿quiénes son hoy estos "delincuentes" o "enemigos" de la moral o cultura del estado? De hecho, como ya hemos mencionado, son "los hermanos más jóvenes en la evolución". Se trata, así pues, de seres que en el ciclo de espiral están detrás de los seres de la sociedad civilizada. Se trata de seres que son más o menos nuevos en la cultura de la sociedad en que ahora han nacido por medio de la reencarnación o renacimiento. Esto quiere, por consiguiente, decir que su actual vida terrena es la primera, segunda, tercera, cuarta o quinta en la sociedad civilizada moderna. Antes de su vida terrena en la sociedad del hombre civilizado estos seres estaban en su propia zona, es decir, en una esfera en la que lo que estaba vigente era la moral o el concepto del prójimo y la falta de respeto hacia su derecho a la vida y existencia con que hoy tienen que ser "corregidos" o "castigados" en la sociedad moderna. Pero esta moral, o la especial actitud y relación de estos seres con el prójimo no estaba simplemente vigente, sino que era la mismísima culminación de lo más elevado que estos seres estaban en condiciones de percibir o comprender con respecto al idealismo. Era la más alta expresión de cultura o civilización de su sociedad pasada y el cumplimiento del deseo de la Providencia o de "los dioses". Y los seres que en las sociedades civilizadas conocemos como "delincuentes" eran los principales en su sociedad antigua, es decir, en la sociedad de "los hombres primitivos". Eran seres en los que este estado moral primitivo estaba directamente en su culminación. Ellos mismos eran los mayores ejecutores de esta "moral". Eran los "poderosos" de esta sociedad, los "vencedores" o "héroes" más grandes. En esta sociedad eran "los favoritos de los dioses". Muchos de ellos eran, de este modo, "reyes", "jefes" o "hechiceros". Todos ellos tenían en común su moral totalmente animal, es decir, la adoración del "derecho del más fuerte" y "la persecución del débil". Todavía se era de una manera muy acentuada partidario de la moral que se basa en el poder, la astucia y la superioridad bruta. Experimentar la culminación de la posesión de esta superioridad de poder y la consiguiente adoración y veneración por parte de semejantes inferiores era la más alta felicidad y "gloria" que podía sobrevenirles a estos seres en la sociedad en que vivían. Estaban, así pues, en las más altas cimas de esta sociedad. No podían alcanzar nada más en esta zona. En atención a la evolución, estos seres tenían que ser conducidos más adelante. Esto era efectuado por la propia ley del karma.


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