Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(1053-1590) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

Por qué hay la necesidad de "análisis cósmicos"  1250. ¿De qué sirve, en realidad, este análisis presentado aquí de que "los delincuentes" no son "delincuentes", sino "almas más jóvenes" en la evolución, que no saben lo que hacen, y de que "castigarlos" es "injusto"? De hecho, es de gran utilidad para el ser que hoy comienza a amar a su prójimo, comienza a tener un talento intelectual tan grande que él o ella puede comprender "los análisis cósmicos" o ciencia de la vida, y esta fuertemente en contra de tener, por ejemplo, que colaborar al hecho de "juzgar" a estos "hermanos más jóvenes" al "castigo", "la corrección" u otro daño nocivo para cuerpo y alma. Mientras los hombres no comprendan totalmente su propia naturaleza, las disposiciones y la concepción de las autoridades dominantes, tanto por lo que respecta a lo religioso como a lo puramente material, serán necesariamente, claro está, su brújula o regla de conducta, aunque su corazón se resista en ciertos campos a tener eventualmente que someterse a los artículos jurídicos y religiosos autorizados por estas autoridades. Se tendrán "remordimientos de conciencia" si estos artículos no se cumplen o siguen, del mismo modo que también se tendrán "remordimientos de conciencia", se estará en desarmonía consigo mismo si se practican o se siguen. La actitud mental de uno será, de este modo, una luz vacilante que tan pronto es amenazada con peligro de muerte por un soplo de viento de un lado como por un soplo de viento igual de peligroso del otro lado. Si no se llega a proteger suficientemente el propio estado mental o la propia luz mental, esto puede fácilmente llevar consigo que uno, en vez de iluminar con una clara llama, se convierta en una luz que sólo puede humear y oler mal. Sólo puede hacerse que la luz mental ilumine donde esta luz se protege con una fuerte voluntad. Pero una fuerte voluntad sólo puede existir donde esta voluntad descansa en una base mental absolutamente segura. Una base mental segura sólo puede existir de manera absoluta donde uno se percibe a sí mismo en contacto absoluto con "la justicia". Este contacto sólo podrá, a su vez, descansar o bien en una "fe" absoluta o un "conocimiento" absoluto. Donde uno no "cree" de manera inquebrantable que su modo de actuar sea "justo" o no "sabe de modo absoluto" que sea "justo", sólo puede ser un junco que las tormentas de la vida hacen vacilar o bambolean. Es entonces cuando uno, entre otras cosas, le vocifera al cielo: ¿"Qué tengo que hacer para salvarme?
      Y hoy, ¿no sucede, precisamente, que hay miles y miles de hombres que no quieren ser soldados, que no quieren ser verdugos?, es más, ¿no hay muchos que ni siquiera pueden matar animales y que no les gusta comer carne ni ningún alimento animal tosco porque va en contra de sí mismos, pero al mismo tiempo se sienten desdichados porque en muchos casos y en gran medida sienten, sin embargo, que tienen que hacerlo porque se lo exigen las prescripciones de las autoridades reconocidas, los artículos jurídicos y religiosos y la opinión, los usos y costumbres del grupo y señalan a todo aquel que se desvía de esto como "infractor de la ley", "delincuente", "tipo raro" o, directamente, como un ser "anormal"? Para poder resistir ante tal oposición se tiene necesariamente que tener una voluntad que esté arraigada en una "fe" inconmovible o en un "conocimiento", de modo correspondiente igual de inconmovible, con respecto al hecho de que el modo de ver propio no es "criminal" ni anormal, sino meramente "justo".


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.