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El comienzo de la vida física anímica o psíquica en la planta  1219. Podemos detenernos de nuevo un poco en "la causa" de la degeneración del matrimonio o transformación sexual. Ya hemos mencionado que "la facultad de la imaginación" y lo que la desarrolla eran la causa de "la zona de los matrimonios desdichados". ¿Qué es entonces lo que desarrolla esta facultad? De hecho, ¿no son precisamente las experiencias cotidianas? "Adán" (el ser animal) tiene, claro está, que trabajar o luchar con "el sudor de su frente" para ganarse su pan, y "Eva" tiene que experimentar "dolores en sus preñeces y parir a sus hijos con dolor". Tras "la expulsión del paraíso" (en este caso el reino vegetal), donde el ser como "animal" tiene que luchar para vivir, tiene que luchar para proteger y conservar a la pareja, que, claro está, es la suprema luz o "punto fijo" del ser en "el reino animal", , y además tiene que luchar para proteger conservar a la descendencia y, con ello, hacer que la especie subsista, la fantasía o facultad de imaginación del ser es tan pequeña que todavía no se ha convertido en la destacada "facultad de la imaginación" que hoy tiene el hombre terreno. Esto quiere decir, a su vez, que el ser en sus precedentes estadios animales todavía no podía crearse imágenes mentales o psíquicas altamente detalladas de especial envergadura de las experiencias externas con que se encuentra. En el mismo grado en que no posee esta facultad todavía vive exclusivamente en la percepción vaga de placer y malestar, en la conciencia instintiva o de planta. Por lo tanto, los primeros seres animales sólo están por encima de la planta o "ser de instinto" por el hecho de que de una manera tosca pueden empezar a formar una "imagen mental" de una influencia exterior. El ser carece de una vida anímica o psíquica con detalles en la zona física en el mismo grado en que todavía no ha desarrollado sus sentidos físicos. Como "la facultad de percibir sensaciones" es la raíz de todos los sentidos (toda forma de percepción es, en su forma más profunda, "sentimiento"), esta facultad es la que se encuentra en lo más profundo de la vida psíquica del ser. Es su "alfa y omega". Las diversas formas de sentir o percibir, tales como la vista, el oído, el olfato, el gusto, etc. sólo son, así pues, formas especiales de "sentimiento", es decir, "sensación". "El ser planta", que no posee ninguna de estas formas de percepción psíquica y, por consiguiente, sólo tiene una facultad de sentir o percibir muy poco detallada, no puede por lo tanto tener una vida psíquica física consistente, como en el ser animal mucho más avanzado, en imágenes detalladas de la zona física. No puede tener imágenes visuales ni auditivas, imágenes olfativas ni gustativas. Cualquier influencia exterior de que un ser así sea objeto en la zona física, ya se trate de la mutilación de su organismo o de su cuidado y mantenimiento, este ser no puede adicionarla a su mentalidad como imágenes de pensamiento sutilmente detalladas. Sólo puede experimentarla como percepción vaga de bienestar o malestar que, en principio, es lo mismo que placer y asco. La única combinación psíquica o mental, metafórica que un ser así puede experimentar de la influencia física exterior sobre él es, así pues, una atracción hacia lo agradable y una repulsión por lo desagradable experimentada por sus incipientes fuerzas mentales en estado fetal. Lo que es este placer y este malestar está totalmente fuera de su comprensión, de hecho, ni siquiera puede expresarse como una pregunta. La atracción por las sensaciones agradables y la repulsión de las sensaciones desagradables son los dos únicos detalles con que se enriquece su vida psíquica, física. Y esta atracción es la primera e incipiente forma de formación de "desencadenamiento de voluntad" que vemos en "la planta carnívora" cuando, de pronto, junta sus brazos opresores alrededor de los insectos capturados por el líquido pegajoso de su cáliz apresador o flor impidiéndoles así que se liberen. Esta función de "planta carnívora" es la primera expresión visible de la vida psíquica del ser en la zona física. Es cierto que esta "función de la voluntad" es esencialmente una especie de función automática, que se desencadena por medio de la reacción que tiene lugar con el contacto de los insectos con el cáliz apresador o flor, pero sin embargo es el fenómeno a partir del cual poco a poco se forma la voluntad despierta con conciencia diurna. La vida anímica o psíquica tras "la planta carnívora" sólo es, no obstante, "percepción vaga".


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