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Por qué "la expulsión del paraíso" es una bendición de la que ningún hombre terreno puede prescindir  1197. Esta "expulsión del paraíso" no fue, así pues, un "castigo" de un Dios vengativo y enojado, sino un proceso creador que aquí quiere decir "movimiento" en el ciclo de espiral. Este "movimiento" no es un "movimiento" con respecto a la distancia, sino con respecto al "estado", es decir, simplemente un "proceso de transformación". El paso del ser vivo por el ciclo sólo es, de este modo, una "metamorfosis" de su identidad desde una determinada especie de forma de vida a otra. Sin este "proceso de transformación" la vida misma es totalmente imposible, porque cada pensamiento que surge, cada experiencia que pasa a formar parte de la conciencia, ¿no es, precisamente, "movimiento" y, por consiguiente, transformación? Y la vida, ¿es, acaso, otra cosa que precisamente "pensamientos" y "experiencias"? Como una nueva experiencia sólo puede, a su vez, tener lugar cuando esta experiencia contrasta en mayor o menor grado con lo ya experimentado anteriormente, en caso contrario la experiencia no da "nueva vida", dado que tiene que ser una copia o una repetición de experiencias que ya han tenido lugar anteriormente y, por consiguiente, no pueden dar nuevo alimento a la conciencia diurna despierta, sino que se sedimentan como función automática, cuya sede se encuentra totalmente fuera de dicha conciencia diurna, se comprende así que la experiencia contraria a la vida de "Adán" en la luz o "Paraíso Terrenal", que denominamos "expulsión del paraíso", no fue sólo algo absolutamente necesario e imprescindible para la continuación y creación de una vida con conciencia diurna despierta para este "Adán", sino que también fue una radiante bendición divina. ¿Cómo tendría "Adán" o el ser vivo si no que haber sido sacado de su primitiva forma "durmiente" o mera "existencia de percepción vaga" en dirección al estado mental y conocimiento material tan imperante sobre los elementos que hoy lo hace idéntico al hombre terreno intelectual? ¿Qué hombre terreno actual, con una inteligencia normal y en total contacto con las leyes de la vida de su estadio, creen ustedes que desearía formar parte de un estadio que en primitivismo y falta de recursos se encuentra por debajo del suyo? ¿Qué hombre terreno normal creen que preferiría ser un mono, un jabalí, un cocodrilo o una serpiente? Y sin embargo, los estadios de estos seres están mucho más cerca del "paraíso perdido" que el estadio que el hombre terreno representa. El hombre terreno está mucho más avanzado con respecto a "la expulsión del paraíso" que estos seres. Pero aunque incluso pongamos de relieve el estado dentro de los muros del propio "paraíso" y remitamos a la existencia originaria de "Adán" allí como "ser de instinto", ¿querría algún hombre terreno de hoy en una situación normal cambiar? ¿Creen que los sumos representantes o los grandes pensadores de la humanidad terrena preferirían ser helechos, colas de caballo, árboles indicando la línea de demarcación? No, sólo los seres abrumados por el destino, los seres desdichados pueden en un acceso de desaliento formar sus anhelos y sus deseos de modo que den marcha atrás y desear extinguirse totalmente o en parte o volver a una existencia muda, primitiva o durmiente.


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