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La creación de "Eva"  1192. Durante este "sueño profundo" o despliegue mental mínimo sucedió que "Eva" fue creada o surgió en la zona física del organismo de "Adán". Su origen tenía su punto de partida en "Adán" mismo, no en ninguna otra cosa. Surgió de su "costilla", es decir, de su organismo. Se convirtió, tal como el mismo "Adán" dijo: "Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne, ésta será llamada varona, porque del varón fue tomada". Pero al ser "hueso de los husos de Adán y carne de su carne", lo que había tenido lugar sólo era, en realidad, un fraccionamiento de "Adán". En vez de aparecer como un ser aparecía ahora como dos seres. Pero como la vida o la naturaleza nunca van en contra de sus propias leyes o prescripciones, este fraccionamiento sólo podía ser, en este caso, "evolución". Del "Adán solo", es decir, de los seres de "sexo único" surgió por medio de la evolución una nueva especie de seres con un "nuevo sexo". Lo que sucedió fue que a partir del organismo originario de "Adán" o del ser en el estadio de planta, que en el mismo grado era instrumento para el principio "femenino" y "masculino", el principio "femenino" en algunos seres se estancó, tras lo cual el principio "masculino" se posesionó de todo el organismo, mientras que con otros individuos sucedió lo contrario. Aquí fue el principio "masculino" el que se estancó, tras lo cual el principio "femenino" llegó a dominar todo el organismo. Así surgió un ser especial para cada uno de los dos principios o polos. La especie única del ser se había ahora convertido en dos especies de seres en el campo de la fecundación: "el masculino" y "el femenino", que, a su vez, es lo mismo que "seres masculinos" y "seres femeninos" respectivamente. El antiguo "Adán" ya no existía. Había perdido una "costilla", es decir, algo de sí mismo. Y al haber perdido algo de sí mismo, era imposible que fuera el mismo "Adán" que antes. La falta de lo que había perdido tenía, necesariamente, que marcarlo y, de este modo, hacerlo distinto del "Adán" anterior. Lo que había perdido de sí mismo era la facultad de servirse de la "bipolaridad". El antiguo "Adán", o la especie de ser antiguo, ahora sólo podía aparecer bien como "ser masculino" o bien como "ser femenino". Y, de este modo, el antiguo "Adán" había, por consiguiente, perdido su "facultad de autofecundarse". La especie sexual única se había convertido en dos especies sexuales. "Adán" ya no estaba "solo". Lo que no era bueno para el hombre había sido eliminado ahora por mandato de Dios. "Adán" o el ser vivo dependía ahora de un ayudante.


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