Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(1053-1590) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

"El sueño" profundo de "Adán" durante "la creación de Eva" o "el hombre" en el estadio de planta  1189. Cuando se es un ser que, automáticamente y sin ningún pensamiento y voluntad, estimula el cumplimiento de las citadas leyes de la vida y no tiene ninguna idea de que pueda existir una naturaleza contraria a esto, ¿cómo podrá uno desencadenar esta naturaleza o "pecar"? ¿No se encuentra uno, precisamente, ante el estado que "la Biblia" expresa como "el sueño profundo" en que Dios dejó caer a "Adán" cuando tenía que crear a "Eva" de su "costilla"? ¿Qué otro "sueño" tenía que ser? De lo que aquí se trata no es de una anestesia narcótica, del mismo modo que el tomar una de "las costillas" de "Adán" tampoco fue ninguna operación quirúrgica, física en el cuerpo de "Adán". "El sueño profundo" se muestra claramente como idéntico a la parte del ciclo de espiral en que la percepción y mentalidad del ser aparece en su despliegue mínimo o aparición incipiente. ¿Qué estado mental puede expresarse o simbolizarse de manera más justa con un "sueño profundo" que el que en el ciclo de espiral es verdaderamente o de una manera absoluta el despliegue mínimo del ser? Este despliegue mínimo lo encontramos en "el ser-planta". El despliegue mental de este ser en la zona física sólo está constituido de una manera absoluta por "la facultad de percibir vagamente". Todas las otras facultades mentales, que encontramos en los demás seres de la zona física, todavía no aparecen en "la planta". Si aparecieran ya no seguiría siendo, claro está, una "planta", sino que, al contrario, constituiría una forma de vida superior. "Adán" es, de este modo, "el hombre" en su "estadio de planta". Este estadio es "el sueño profundo de Adán".


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.