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Por qué no era bueno "que Adán estuviera solo"  1188. Por lo tanto, no era bueno que "el hombre estuviera solo". No, no lo era, porque entonces "Adán" jamás se habría transformado en "el hombre perfecto" que tenía que aparecer "a imagen y semejanza de Dios". "Adán" era, como ya hemos dicho, un ser que es verdad que estimulaba el cumplimiento de las leyes supremas propias de su estadio o de la experimentación de la vida, pero sólo como función automática y no como función de la conciencia diurna "despierta". Su conocimiento sobre "el disfrute del árbol de la ciencia" estaba tan lejos en el pasado de una espiral anterior que aquí no recordaba con conciencia diurna nada de este conocimiento, y cuya experimentación como función automática hacía, naturalmente, tiempo que había sido desplazada por el cumplimiento de las supremas leyes de vida de la misma espiral, que ahora eran la función automática que dominaba totalmente al ser. Por lo tanto, sólo era un "ser de instinto", es decir, un ser cuya vida ahora estaba formada por una "conciencia cósmica", de una espiral anterior, tan degenerada que el ser ya no tenía conciencia diurna despierta de ella. Y como en la zona física, donde acababa de comenzar a tener un organismo, la única función física de pensamiento que tenía era "la percepción vaga", se comprenderá que un "Adán" así no era un ser acabado, no era un ser que cumplía el plan divino o el más alto sentido de la vida con el ser vivo. Y Dios no podía, naturalmente, aceptar como bueno lo que podía impedir que este plan se realizase. Y este impedimento era el hecho de que "Adán" (el ser o la forma de vida) sólo existía como un "sexo único". Un tipo de ser así no podía jamás llegar a "pecar", es decir, nunca podía llegar a experimentar a seres que fueran contrarios con respecto a su propia naturaleza. Todo "pecado" consiste, naturalmente, en el desencadenamiento de los fenómenos contrarios al cumplimiento de las leyes de la vida.


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