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"La saciedad" de oscuridad de "Adán" y "Eva" y su consiguiente actitud mental de hoy hacia "la oscuridad" y "la luz", y los redentores del mundo de estos dos fenómenos  1173. Y "Adán" y "Eva" se saciaron de esta "ciencia". Primero adquirieron "el conocimiento de la oscuridad". Ésta se convirtió en lo que dominaba totalmente su voluntad, hasta que estuvieron tan llenos que alcanzaron la culminación de esta "oscuridad", de modo que su originaria existencia de "luz" hacía tiempo que estaba olvidada. Para el ser en este estadio "la oscuridad" era la única realidad absoluta, mientras que sólo se podía, como máximo, tener una sensación de "la luz" como un "contraste imaginario", una "utopía" o algo irreal que nunca podría existir o ser alcanzado. Que, debido a esto, aquí también tenía que haber una "serpiente" para "seducir", es decir, "orientar", estimular e impulsar a las almas que se muestran infantiles ante la luz pero, sin embargo, están hambrientas de esta luz, también tendría que ser evidente. Que a "la serpiente" se la designe ahora como un "mesías", un "Cristo", un "redentor del mundo", mientras que actuales denominaciones de "la serpiente" en su anterior aparición ante "Adán" y "Eva" sean "el diablo", "el mal", "el tentador", "Satanás", etc. sólo se debe, claro está, a la anteriormente ya citada parcialidad ante "la luz" en que se encuentran los seres actuales que están hambrientos de luz. Están saciados hasta tener asco de las experiencias de los detalles de "la oscuridad". Por esto sienten en gran medida asco de todo lo que hoy, en forma de seres y cosas, estimula o fomenta las experiencias de "la oscuridad", mientras que en un grado correspondiente sienten simpatía por todo aquello y todos aquellos que puedan estimular la satisfacción de su deseo o de su hambre, ahora tan destacada, de experiencias de "la luz". Por esto, en este estado en que se encuentran, toman fácilmente partido por "la luz" y manifiestan una correspondiente desmesurada simpatía por lo que opinan que está a favor de la luz, al mismo tiempo que muestran una correspondiente desmesurada antipatía hacia todo lo que opinan que está a favor de "la oscuridad". Esta exageración de la simpatía y la antipatía es lo que hace que quienes la muestran designen a los redentores del mundo como "divinidades" sobrenaturales y "demonios" sobrenaturales respectivamente.


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