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| El ser matrimonial al cien por cien puede cumplir la prescripción del Creador sobre la multiplicación de los hombres, pero no puede cumplir en absoluto su prescripción de "someter la Tierra". Este cumplimiento sólo puede ser realizado por seres totalmente distintos | 1149. Pero la Divinidad todopoderosa les prescribió a Adán y Eva algo más que "multiplicarse y llenar la Tierra". La voluntad y la intención divina con la Tierra no fue simplemente llenarla con hombres terrenos, sino que también fue que estos seres "la sometieran". Pero esta parte de la prescripción divina, es decir, la creación o conocimiento genial, los seres nombrados, dispuestos al cien por cien para el matrimonio, no pueden cumplirla. Y entonces aquí se convierte en un hecho que el deber de estos seres es "formar" o "multiplicar" a los hombres terrenos, mientras que tiene que haber otros seres para "someter la Tierra". Este "someter la Tierra" tiene que ser para estos otros seres un interés al cien por cien, en el mismo alto grado que los otros seres tienen la vida de familia o acontecimientos matrimoniales como interés principal. |
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