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(1053-1590) 
 
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Los intereses artísticos y científicos del hombre terreno son "cónyuges" artificiales "extras" que sólo pueden mantenerse exclusivamente a costa de la energía matrimonial y convierten, por lo tanto, a este ser en un cónyuge degenerado pero simultáneamente en un "gran hombre"  1147. Los intereses científicos y artísticos son, así pues, algo que no es especialmente "animal", constituyen al contrario algo que es especialmente "humano". El hombre llega, por consiguiente, en su evolución a un punto en que comienza a flirtear y a unirse con estos intereses que se convierten en una especie de artificial "cónyuge extra". Y es, naturalmente, obvio que un "cónyuge extra" y artificial así no puede dejar de venir con exigencias. Y como poco a poco es una condición vital para el artista o científico cumplir estas exigencias, no puede ser feliz o experimentar una alegría de vivir normal o deseos de vivir sin, precisamente, cumplirlas. Pero como este cumplimiento no puede tener lugar sin despliegue de energía o fuerza vital, estas exigencias no podrán satisfacerse sin que esta energía o fuerza vital se pierda, de modo correspondiente, para el cumplimiento de las exigencias matrimoniales. Como la exigencia matrimonial perfecta tiene que ser que el cónyuge se dé al cien por cien a la otra parte del matrimonio, este ser no podrá manifestar el cumplimiento de un matrimonio perfecto al cien por cien, cuando una parte de sus deseos de vivir sólo pueden exclusivamente manifestarse por medio del cumplimiento de sus intereses artísticos o científicos. El gran artista, el gran científico, el gran genio es así, por lo que concierne al matrimonio, es decir, por lo que concierne al principio de pareja o apareamiento, un ser con una degeneración muy avanzada. Pero como arte o ciencia verdaderamente nobles en un sentido absoluto sólo pueden existir como un bien directamente colectivo o común para la humanidad, es decir, como en último término sólo puede expresar "amor al prójimo" o ser idéntico a él y, por consiguiente, ser el cumplimiento de la ley de la existencia, el genio o artista, aunque es un cónyuge degenerado, es, sin embargo, un "gran hombre". Esto último sólo es, naturalmente, vigente en el ámbito de su genio. En otros ámbitos mentales puede ser todavía un ser muy inacabado, es más, incluso a veces puede limitar con la amoralidad. Pero las bofetadas o amargas experiencias a que la amoralidad inevitablemente lleva al ser lo ennoblecerán poco a poco y llevarán sus lados morales al mismo nivel que la moralidad que ya ha desarrollado en el ámbito de su genial conocimiento artístico.


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