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| Lo que suscita el anhelo o fuerte deseo del "descanso" que la vida es en "el reino de la bienaventuranza" | 1116. Como en "el mundo exterior" el ser sólo puede "experimentar" siendo un "creador activo", "participando activamente" en los fenómenos que reaccionan sobre los sentidos como "experiencias" y, por lo tanto, tiene que prescindir de grandes zonas de "espacio" y "tiempo" para su creación y mantenimiento de los cuerpos de percepción "externos", es decir, como ayuda en "la lucha por la existencia", con respecto al "instinto de conservación", al "instinto de apareamiento" o subsistencia de la especie, etc., al ser le faltan, de modo correspondiente, en "el mundo exterior" estas zonas de "espacio" y "tiempo" para una verdadera culminación o un "goce" al cien por cien del resto de su creación y de la experimentación de la vida. Es cierto que las experiencias en "el mundo exterior" también son en gran medida un "goce", es más, pueden incluso ser un "goce" inmenso, por ejemplo, en "el mundo divino" que, claro está, es la culminación de la experimentación del "goce" divino en "el mundo exterior", pero este "goce" no existe sin "la actividad" directa del ser. Al mismo tiempo que "goza" tiene que mantener la cosa o lo que es el objeto del "goce". Y este mantenimiento cuesta concentración y despliegue de energía, que, a su vez, toma "espacio" y "tiempo". Y en dicha zona de "espacio" y "tiempo" es imposible que "el goce" se presente en su sentido original o forma más pura. El mantenimiento de una cosa está exclusivamente condicionada por "el vencimiento o la superación" de otras. "Vencer o superar" una cosa es una "lucha". Aun cuando esta "lucha" también signifique "goce", en el caso más afortunado, es, sin embargo, en sí misma "trabajo", y "trabajo" da lugar, por su parte, a "cansancio". "Cansancio" es, a su vez, lo mismo que "desarmonía", es "dolor microscópico" del sistema nervioso debido al desgaste que le ha costado a este sistema producir la cosa que en su naturaleza perfecta es "goce". "El goce" del "mundo exterior" deja, de este modo, un rastro de inalterable "cansancio", indiferentemente de lo alta que sea la zona a la que pertenece, e indiferentemente de lo noble y altruista que se considere. Que, de este modo, haya un "cansancio", es decir, una especie de "molestias", ligadas al "goce" causará inevitablemente en el individuo un anhelo de un "goce" al que no haya ligado ningún "cansancio", o sea, un "goce" que aparezca en su sentido original o forma más pura. |
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