Lee y busca en El Tercer Testamento
| "El reino de la bienaventuranza" o "mundo interior" del ser no es "quietud" total ni "ausencia de energía" | 1114. Aquí se alegará quizá que "el reino de la bienaventuranza" no puede ser "quietud total", ya que, no obstante, dentro de su zona tienen lugar experiencias. Y esto es totalmente cierto, porque si no constituiría por sí mismo un "punto muerto" en medio de "la existencia eterna". Y toda existencia tendría con ello un "fin", si, en resumidas cuentas, se hubiera puesto en marcha alguna vez, y, por lo tanto, no podría de ninguna manera ser "eterna". Al mismo tiempo también tenemos que recordar que, sin embargo, el factor que sustenta este reino también es una "energía" (energía del recuerdo) y no simplemente algún "nada". "El reino de la bienaventuranza", al igual que toda cosa producida, tiene necesariamente que ser "efectos" de una "causa" precedente, del mismo modo que por sí mismo también tiene necesariamente que ser "causa" de "efectos" futuros. Y con esta naturaleza eterna no puede jamás ser idéntico a "quietud" al cien por cien o "ausencia de energía", porque entonces "la cadena de causas y efectos", con que "la experimentación eterna de la vida" inalterablemente se muestra, haría tiempo que habría cesado totalmente. |
Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.
Síntesis