Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(1053-1590) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

"El mundo exterior" es una "zona de trabajo", mientras "el mundo interior" o "reino de la bienaventuranza" es una "zona de descanso"  1113. ¿Cuál es entonces el objetivo de la experimentación que hace este ser por segunda vez de acontecimientos o de la existencia? Para comprender el objetivo con este "revivir" los acontecimientos, hay que comprender ante todo la diferencia que hay entre la experimentación de acontecimientos en la zona física y el "revivirlos" en "la zona de bienaventuranza". Lo que sucede es que estas dos formas de experimentar son altamente distintas. La forma física es una forma de experimentar real, atada al destino, en la que el ser se siente uno con la materia, el espacio y el tiempo. En esta forma de experimentar está atado a "la edad", atado al "volumen" y, naturalmente, ante todo atado a "la creación". En "el mundo físico exterior" tiene que sentirse trabajosamente uno con su trepar hacia arriba de la montaña y con las dificultades al atravesar ríos y mares. Se siente uno con su caída al abismo, sus mutilaciones, enfermedades y desgracias. Se siente uno con su lucha por el pan de cada día, de hecho, en el peor de los casos, siente que toda su vida depende de su organismo y de la materia ligada a él. De ahí también resulta, naturalmente, que el ser se siente uno con todo lo que es placer y bienestar para el mismo organismo. Pero por divino que esto sea, sin embargo todas las experiencias cuestan aquí "creación". Ninguna experiencia en absoluto puede vivirse aquí por el individuo sin que de antemano tenga, de manera más o menos trabajosa, que "crearse" o desencadenarse por medio de concentración y esfuerzo de voluntad, despliegue de energía y fuerza o desencadenamiento de tensión entre "fuego" y "frío", despliegue de sentimiento, inteligencia e intuición, dicho brevemente, como un hacer permanentemente juegos malabares con todas las energías "exteriores". La forma de experimentación material sólo puede, por consiguiente, ser idéntica a lo contrario al "descanso". La existencia material con "conciencia diurna" es, de este modo, en su totalidad un "plan de trabajo". Como este plan consiste exclusivamente en "creación", que en realidad quiere, a su vez, decir "construcción" y "destrucción", su contrario sólo puede ser una zona de existencia que, por decirlo de algún modo, existe sin ser "creación". Como un contrario así es necesario para que "el plan de trabajo" pueda, en resumidas cuentas, percibirse o experimentarse, y este contrario no puede, por su parte, existir de ninguna manera en la zona material, vemos aquí algo del objetivo que "el reino de la bienaventuranza" tiene que cumplir. Como en "el reino de la bienaventuranza" no tiene lugar ninguna creación especial dentro de "la experimentación con conciencia diurna" o percepción consciente, tenemos ante nosotros un plan que representa la más alta forma de "quietud" y correspondiente "descanso" que, en resumidas cuentas, puede manifestarse dentro de la estructura del mantenimiento de una existencia "eterna".


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.