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La diferencia entre la naturaleza del hombre terreno y la del ser de bienaventuranza  1110. Que los seres aquí, en la zona física, sólo experimenten escasamente o en breves momentos esta alta esfera íntima se debe a la circunstancia de que el conjunto de toda su facultad de percepción culmina, precisamente, en una experiencia "exterior", física. Se puede decir quizá que el hombre terreno es un ser que está, en un grado especial, "recogiendo" experiencias, mientras "el ser de bienaventuranza" es un ser que en grado correspondiente está disfrutando las experiencias "recogidas" en forma de "recuerdos maduros" o "copias de oro". Así vemos aquí claramente que el hombre terreno y "el ser de bienaventuranza" son representantes de dos épocas del ciclo de espiral altamente diferentes. La diferencia más particular en la naturaleza de estos dos seres se manifiesta en que el hombre terreno tiene una predominante "conciencia diurna despierta" en "el mundo físico exterior", mientras "la conciencia diurna" de este ser sólo es muy insignificante en "la esfera de la bienaventuranza" o "reino de la bienaventuranza". "La conciencia diurna" del "ser de bienaventuranza" domina, al contrario, en "la esfera de la bienaventuranza" y no puede de ningún modo imponerse en la zona física.


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