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(1053-1590) 
 
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De acuerdo con las leyes de la vida para "el movimiento", "los pensamientos" del ser vivo tienen que evolucionar desde "la imperfección", desde "el primitivismo" hasta "el alto intelectualismo"  1096. Antes de mostrar el lugar justo de los pensamientos determinados en el ciclo y expresarlos como "perfectos" e "imperfectos", debemos saber clara e inalterablemente a partir de qué base puede demostrarse que un "pensamiento" representa este o aquel grado de "imperfección", es decir, un estado inacabado o poco desarrollado. ¿Qué fenómeno puede ser el fundamento sobre el que la cualidad del "pensamiento" de una manera tan absoluta e inalterable se confirma? De hecho, aquí se hace valer exactamente el mismo fenómeno que determina el grado de evolución de un "ser vivo". Ya sabemos hace tiempo que la evolución representa una escala con etapas o peldaños, que van del "primitivismo" al "alto intelectualismo". Este fenómeno es inalterable. No hay nadie que pueda alegar justamente que el objetivo y la evolución del "hombre civilizado" es convertirse en "hombre primitivo". ¿No es acaso un hecho inalterable que lo que sucede es lo contrario? ¿No es un hecho igual de inalterable que a nuestros antepasados les faltaban todos los diversos resultados de la función intelectiva que hoy han convertido la Tierra en un mundo maravilloso en cuanto a la técnica, en el cual los elementos son cada vez más y más dominados y llevados a trabajar para el hombre simplemente apretando un botón? De hecho,¿no se va aceleradamente camino de sustituir estos botones por "células fotoeléctricas" o algo parecido, con lo cual uno con la simple sombra o irradiación de su mano podrá poner en funcionamiento poderosas plantas de energía y así hacer que los elementos estén en condiciones de producir "la creación" deseada? Es cierto que esta gran inteligencia no ha reducido el despliegue mortífero del hombre terreno, la manifestación de la guerra y el abrirse paso de manera egoísta a codazos, lo cual da lugar a la muerte y mutilación del prójimo, pero esto no cambia el hecho de que incluso la inteligencia material y el conocimiento surgido de ella hayan llegado a unas alturas gigantescas en relación con lo que nuestros antepasados han podido efectuar con respecto a su relación con los elementos o fuerzas de la naturaleza. Que muerte y destrucción, usar egoístamente los codos hasta la muerte y mutilación del "prójimo" es un tipo de pensamientos que en su evolución no está a la altura del tipo de pensamientos y los conocimientos técnicos, sino que, en cambio, va rezagado con respecto a ellos, es solamente lo que queda como hecho evidente a través de los análisis iniciados del pensamiento del "ser vivo".
      Los procesos creadores de la naturaleza siguen en todas partes una sucesión lógica. La creación de la Tierra sólo tuvo, por ejemplo lugar, gradualmente de un estado menos perfecto a un estado cada vez más perfecto, hasta que finalmente se convirtió en habitáculo apropiado para plantas, animales y hombres. El feto se desarrolla en el vientre de la madre desde una célula microscópica a un organismo perfecto para un "ser vivo", el verano evoluciona gradualmente desde la primavera, y el otoño evoluciona a partir del verano, etc. Nada en absoluto de lo que está sometido a los grandes procesos creadores de la naturaleza, que tienen que reconocerse como lo más absolutamente perfecto que existe, aparece de una manera caótica. Y nada de lo mencionado evoluciona o se desarrolla en orden inverso, de modo que la Tierra se convierta en una niebla luminosa y desaparezca en el espacio, y el organismo de "los seres vivos" se convierta en una célula microscópica, al mismo tiempo que el verano evolucione convirtiéndose en primavera en vez de otoño. Y "el pensamiento" del "ser vivo" no es ninguna excepción de esta ley especial de la naturaleza para el movimiento o la creación. "El pensamiento" también comienza en un estado muy primitivo para evolucionar cada vez más hacia una perfección al cien por cien, es decir, hacia la absoluta genialidad.


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