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"La montaña de percepción". "El horizonte grande" del "ser vivo"  1089. Como ya hemos mencionado anteriormente, lo que hace de un "algo que es" un "ser vivo", es su zona u horizonte de percepción. Sin esta zona u horizonte no habría, claro está, ningún "ser vivo". Pero como los horizontes de percepción de los seres vivos se encuentran a diversas alturas mentales, su zona de percepción tiene, así pues, de modo correspondiente un panorama o visión de conjunto diferente. Lo que percibimos o experimentamos del "ser vivo" es, de este modo, su punto de observación o panorama y su manifestación y voluntad determinadas por dicho punto de observación o panorama. Y como la aparición del ser en la vida como "planta", "animal", "hombre", "ser de sabiduría", "ser de intuición" y "ser de bienaventuranza" depende totalmente de la zona del horizonte mental o visión de conjunto del ser, estas denominaciones son, en realidad, expresión de puntos mentales culminantes. Sin embargo, en relación con esto hay que advertir que "el ser de bienaventuranza" no expresa por sí mismo un estadio o peldaño "superior" que "el ser de intuición". La diferencia es, en cambio, que el primer ser no vive en ningún "mundo exterior", sino que al contrario revive todos los mundos exteriores en forma de un "mundo interior" aislado en una gran zona, cuyos detalles, como ya hemos tratado en "Livets Bog", son exclusivamente recuerdos en forma de "copias de oro", lo que en realidad quiere, a su vez, decir: su propio pasado ennoblecido y perfeccionado. "El ser de intuición", igual que los demás seres de la espiral, vive, al contrario, fundamentalmente en los mundos exteriores. A estos mundos exteriores, lo mismo que al reino de la bienaventuranza, ya los conocemos como "peldaños" de "la escala evolutiva" (Símbolo n.º 7, tomo 1 de Livets Bog, página 298). Como la experimentación de la vida se puede fraccionar en puntos mentales culminantes, se puede en realidad expresar como una "montaña" mental en la que dichos puntos o etapas son rellanos. "La vista" o panorama desde cada uno de estos rellanos tiene, de este modo, su propia perspectiva especial, que es más detallada y abarca más a medida que el rellano va estando más cerca de "la cumbre de la montaña" (el mundo divino), donde precisamente culmina y, con ello, pone en evidencia los detalles de todos los otros rellanos o etapas subyacentes de la ladera de "la montaña". Cada uno de estos rellanos o "puntos de observación" tiene, como todos los otros puntos de observación, su perspectiva particular. Por esto, los seres del mismo rellano están más o menos sujetos a la misma "vista" o panorama. A grandes rasgos constituirán las mismas zonas de percepción y, por consiguiente también estarán a grandes rasgos sujetos a la misma actitud hacia "la montaña de percepción", exceptuando la pequeña diferencia de perspectiva que necesariamente tiene que haber entre los individuos, ya que cada uno de ellos se ve obligado a tener que ocupar "su lugar" o "espacio" en el rellano. Ningún ser puede ocupar el espacio de otro ser. Y el hecho de que no pueden tomarse mutuamente el espacio corporal y espiritual es lo que, como ya hemos dicho, hace a los seres "individuales". Aunque los seres se encuentran en el mismo rellano de percepción, cada uno tiene sin embargo que ser su centro en la perspectiva que tiene lugar en este rellano. Y como, de este modo, no tienen el mismo centro de perspectiva, la vista o panorama no es exactamente igual para los seres, aun cuando se encuentran en el mismo rellano. Así vemos que los seres del mismo rellano tienen un "horizonte grande" común y un "microhorizonte" individual. Un "horizonte grande" así es el que da el nombre al rellano, por ejemplo, como "el reino humano". Todos los seres adultos normales de este reino conocen o ven la existencia de este reino como separada de los otros rellanos de "la montaña de percepción", por ejemplo, del "reino vegetal" y "animal". Esta manera de ver las cosas expresa, así pues, las líneas principales o rasgos fundamentales de la perspectiva del rellano en cuestión. Es "el horizonte grande" de los seres que están en este rellano.


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