Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(639-1052) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

La profundidad cósmica del lenguaje o de cada frase o declaración   997. Aquí hemos visto un pequeño ejemplo de cómo palabras o frases tienen una profundidad cósmica en la que se revela totalmente que contienen la verdad absoluta. Y del mismo modo que la declaración del redentor del mundo, con su revelación cósmica, mostró "el algo" divino como inmóvil y, con ello, la eterna existencia de este "algo", cualquier frase normal también contendrá o mostrará exactamente la misma revelación. Será imposible escribir o decir algo que, en su análisis cósmico, alcance o afecte a dicho "algo". Todo lo que se puede decir, todo lo que se puede analizar es lo que se produce, lo que se construye por medio de planes o pensamientos, pero lo que piensa, lo que crea planes y manifestaciones nunca puede expresarse por medio de ningún pensamiento, porque en sí mismo no es pensamiento, no está compuesto de planes, no está construido. Y, dado que no es pensamientos, dado que no constituye una combinación de planes, no hay nada a analizar. Y el análisis "algo que es" sigue, por consiguiente, siendo inalterable para el origen vivo tras los pensamientos o planes. Una frase o una declaración nunca podrá, de este modo, expresar otra cosa que "el movimiento 1" entra en contacto con "el movimiento 2", con lo cual surge "el movimiento 3". "El punto fijo" tras "los movimientos", aparte de constituir "algo que es", no puede expresarse con palabras, porque no hay nada a expresar. Que, sin embargo, existe se convierte en un hecho por medio de la constatación o experimentación de "los movimientos". Es por medio de esta constatación o experimentación que cada uno de nosotros se percibe como centro en medio de la vida misma, de nuestro medio y nuestro propio destino.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.