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Sustancia de la vida n.º 30 – La percepción de "lo desagradable". Sustancia de la vida n.º 31 – La percepción de "lo agradable". Sustancia de la vida n.º 32 – El principio del contraste   946. Sin esta subconciencia toda forma de manifestación o creación y, por consiguiente, toda forma de experimentación de la vida estaría descartada. La subconciencia constituye un terreno que pertenece al individuo, pero que aparece fuera de la supraconciencia. Este terreno limita directamente con el medio exterior, visible y desconocido para el individuo. Éste encuentra, así pues, estas energías desconocidas (la acción del medio exterior, la naturaleza, los otros seres, etc.) directamente con su "subconciencia". Pero como este encuentro es lo mismo que el encuentro entre dos energías, a saber, la energía del medio y la energía del individuo, sucede naturalmente que el resultado de este encuentro es una reacción. Esta reacción será, por su parte, o bien un triunfo para la energía extraña o para la energía del individuo. Si es un triunfo para la energía extraña, se percibe por el individuo como "desagradable", "dolor" o "adversidad", mientras que se percibe como "agradable", "bienestar" o "prosperidad" para el individuo si este encuentro es un triunfo para la energía del individuo. Y aquí estamos junto a los dos grandes factores básicos en toda experimentación de la vida o en toda forma de percepción, a saber, la percepción de luz mental y la percepción de oscuridad mental a partir de las cuales se manifiestan todas las otras formas de contrastes de la vida. Estos dos factores: la percepción de "lo desagradable" y la percepción de "lo agradable" se expresarán como "la sustancia de la vida n.º 30 y n.º 31" respectivamente. Estos dos factores juntos constituyen, a su vez, el fundamento de toda experimentación o percepción, a saber, "el principio del contraste" que denominaremos "sustancia de la vida n.º 32".
      Entre la supraconciencia del yo y su medio exterior (naturaleza, otros seres, etc.) encontramos, por consiguiente, "la subconciencia" del yo. Como el propio encuentro entre las energías de los medios exteriores y las energías de dentro de los núcleos de talentos de la supraconciencia, o elemento de destino, tiene lugar en esta subconciencia o en el terreno que aparece entre la supraconciencia y los medios exteriores, también es aquí donde tienen lugar las reacciones de este encuentro. También es aquí que las reacciones se le revelan al individuo como matices mayores o menores de "lo desagradable" o de "lo agradable". La subconciencia es, así pues, el escenario de la experimentación de la vida o la escena de la vida del yo.


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