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| Sustancia de la vida n.º 10 – "Las desdichas" o "el infierno" |
933. Pero lo que el individuo puede experimentar por medio de "la recepción" y "la emisión" de energía no es solamente la sensación más alta y más agradable de la vida y, con ello, de la Divinidad.
A través de los mismos factores también puede experimentar lo diametralmente contrario, a saber, la culminación del "malestar", el "infierno" mismo o una experimentación de la vida en que "la imagen de Dios" o la percepción de la Divinidad se ha esfumado totalmente, y el ser avanza a tientas por laberintos negros como la noche en los que todo está dominado por "el llanto y el rechinar de dientes", el estertor de la muerte, los gritos y los tormentos.
Este estado desdichado siempre estará más o menos presente donde "la recepción" y "la emisión" de la energía de dos seres no están en contacto, no son un deseo mutuo de ambas partes.
A este estado lo llamaremos "sustancia de la vida n.º 10".
De este modo hemos visto la vida a nuestro alrededor, tanto como culminación de felicidad y de desdicha que como estadios entre estos dos puntos extremos. Y todos los seres vivos que no se encuentran en la culminación de la felicidad son más o menos desdichados, del mismo modo que los seres que no se encuentran en la culminación de la desgracia son más o menos felices. La experimentación de la vida se presenta, así pues, con grados y, debido a esto, se presenta, como ya hemos dicho, ricamente detallada, ricamente provista de contrastes y, por consiguiente, ricamente coloreada. |
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