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| Cómo los conceptos "El Dios encolerizado", un "castigo" por "el pecado" o "el infierno", de una determinada etapa mental primitiva, son resultados lógicos de pensamientos o hipótesis | 918. El ser físico, que está despertando de las materias enfriadas del mar de fuego, al principio también tiene, claro está, que juzgar todo el mundo desde la pequeña localidad que él mismo constituye en el gran plan. La pequeña localidad es su propia conciencia. ¿Qué otra cosa tiene que pueda usar como medida para su juicio? Percibe que él mismo constituye un ser vivo y revela esto por medio de su producción de movimiento, es decir, manifestaciones o acciones. Por ello también cree que los movimientos de la naturaleza tienen que ser expresión de vida, tienen que ser las manifestaciones de un ser vivo. Y la idea de un dios o dioses es su explicación para el universo. En su vida diaria puede irritarse, enojarse y desencadenar este enojo en forma de venganza o creando molestias para el ser que ha provocado su enojo, y cree, naturalmente, que todo lo desagradable que encuentra en la vida tiene así mismo que ser enojo, venganza o castigo de un dios enojado. De aquí la idea de "infierno" y "perdición". Puede sentir mayor simpatía por un ser que por otro y, entonces, expresa esta simpatía con mayor amabilidad y favores para con el ser que es objeto de la simpatía y, por consiguiente, cree también que todas las cosas eventualmente agradables de un modo especial o los acontecimientos dichosos de su vida son favores de la Providencia y considera, por lo tanto, que en tales casos tiene su favor. De aquí la idea de estar "salvado", ser "santo", ser aspirante al "paraíso". ¿Y, cómo podría ser de otra manera? Estas ideas del Dios "encolerizado", del "infierno", de "la gracia" de Dios y "el paraíso" son, claro está, desde este débil e incipiente estadio mental y desde el escaso material de experiencias a que el individuo tiene acceso en dicho estadio, resultados totalmente lógicos, son directamente hipótesis científicas. Sin embargo, son un juicio sobre cosas desconocidas por medio de cosas conocidas. Los seres, a partir de lo que conocían, han buscado aquí explicarse lo que no conocían. Que luego, con la evolución, hayan tenido que cambiar en algún grado las hipótesis sólo es, claro está, lo que también tiene lugar en la investigación científica autorizada. |
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