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| Perseguir a su prójimo con palabras injuriosas u otros medios de combate hace que se sea "culpable ante las autoridades terrenas" |
888. Las palabras antedichas de Jesús sobre "el infierno" continúan: "el que llame necio a su hermano comparecerá ante el sanedrín" ¿Qué es lo que el redentor del mundo quiere subrayar aquí?
¿Puede ser otra cosa que la primera, incipiente manifestación visible de "la ira"?
"Necio" es, a saber, una palabra usada para "despreciar" o "injuriar".
Una palabra así es, claro está, la primera manifestación de ira ante el prójimo.
Representa las primeras formas elementales de guerra, los primeros medios elementales de lucha con los que uno desea atormentar a su prójimo.
Un ser que profiere palabras injuriosas, no está solamente "enojado", sino que deja también que esta ira hacia el prójimo se manifieste.
Mientras el ser estaba "enojado", pero no dejaba que esta ira se manifestase, era solamente "culpable de ser juzgado".
Entonces estaba solamente en desarmonía con la sabiduría misma.
Pero cuando deja que la ira se manifieste, comienza a aterrorizar a su prójimo con palabras injuriosas y otras formas de medios de lucha, entonces no está solamente en lucha con la sabiduría, sino que también es "culpable ante el sanedrín", es decir: las autoridades terrenas.
Ahora no sólo da lugar a pensamientos oscuros, sino que también da lugar a actos oscuros.
Así vemos que el redentor del mundo subraya con ello de manera indirecta el derecho de las autoridades terrenas. Tiene que haber unas autoridades así que puedan hacerse cargo de los seres que, en virtud de su naturaleza irascible y combativa, son peligrosos para su entorno. Si unas autoridades de este tipo, con su justicia, no tuvieran autorización, nadie podría ser culpable frente a ellas. Pero con esto no se ha dicho que estas autoridades sean siempre perfectas. Están, naturalmente, como todo lo otro aquí en la Tierra, evolucionando, pero su evolución se ajusta a la evolución de los hombres. Claro está, cuanto más éstos evolucionen en sentido humano, su humanitarismo se reflejará cada vez más en sus formas de estado o sistemas de gobierno y, así, tendrá eco o se reflejará en sus autoridades o justicia. Las palabras del redentor del mundo: "Y el que llame necio a su hermano comparecerá ante el sanedrín" se pueden expresar, según su análisis cósmico, así: "El que deja que su ira se manifieste, usando palabras injuriosas o aterrorizando de otra manera a su prójimo, es culpable ante las autoridades o la justicia del estado, que son un elemento de la protección de los seres vivos por la Divinidad". |
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