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| Los más altos ideales y prescripciones de la redención del mundo se convierten en idénticos a los hechos de nuestra propia vida de cada día |
879. Y "el consolador" vino.
La profusión de rayos cósmicos de la redención del mundo resplandece de nuevo con brillo intensificado sobre la Tierra.
Y los hombres, con entusiasmo y fascinación, verán satisfecha totalmente su necesidad de justicia o amor por medio de su luz que todo lo ilumina.
La clara visión cósmica de Jesús se hará realidad.
Por medio de ciencia física y cósmica, sus frases inmortales adquirirán un resplandor acrecentado.
A través de escuelas, universidades y centros docentes los altos ideales, las prescripciones e indicaciones de la redención del mundo se convertirán en hechos vivos para la mayoría, así como que el camino hacia Dios sólo está exclusivamente formado por la realidad que se nos muestra como idéntica a lo que denominamos con el concepto "evolución".
Así vemos que la evolución llena de vida, que tiene lugar en nosotros y alrededor de nosotros y en la que todas las cosas participan, es, así pues, el único y absoluto camino abierto hacia "el reino de los cielos".
Mediante un estado particular tras otro, la Divinidad hace pasar a las almas a través de todas las esfera de su dominio según sus propios deseos, su propio ser y su propio intelectualismo.
Y sólo de este modo "la vida eterna" se convierte en una existencia viva con experiencias, creación y amor.
Y en "Livets Bog" tenemos la tarea de descubrir o revelar a los hombres terrenos, hambrientos de justicia o amor este camino directo al reino de Dios. Nuestra descripción o análisis de la degeneración del hombre terreno, de sus contratiempos, sufrimientos y transformación sexual son solamente descripciones de detalles del caminar de estos seres hacia Dios, o del modelado de los seres a su imagen y semejanza por parte de éste. Y aquí hemos visto cómo nuestros análisis y relatos sólo siguen las huellas mentales de Jesús al cien por cien, y que manifestamos la inalterable continuación y ampliación de la clara visión cósmica del redentor del mundo que en su época no se podía dar a sus contemporáneos, sino que tuvo que aplazar para una época posterior. Hemos justificado a un mensajero divino y reafirmado su mensaje como ciencia para el investigador evolucionado, y mostrado que era idéntico a los hechos de nuestra propia vida de cada día. |
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