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La promesa del redentor del mundo sobre "la herencia" de "la vida eterna" se justifica o demuestra   876. Este reino es, a su vez, "la vida eterna" que Jesús promete en herencia a los que creen en él, es decir, a los que a través de las vidas terrenas poco a poco se han ido entrenando en la práctica del amor al prójimo o lo han vivido tan fuertemente que este modo de vivir ahora, como algo evidente, es su naturaleza diaria, su talento y su carácter. Estos seres no pueden evitar "el intercesor, el espíritu santo", cuya entrada en su conciencia o mentalidad es lo mismo que "conciencia cósmica". Y como el individuo, por medio de ella, no puede evitar experimentar, en estado de conciencia diurna física, despierta, su vida o existencia eterna tras las vidas terrenas, no puede acaecerle a ningún individuo un mayor cumplimiento de la promesa del redentor del mundo. Una mayor prueba de las palabras del maestro: "Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque muera, vivirá" no puede manifestarse. ¿No salta a la vista aquí que él es, precisamente, la encarnación misma de las cualidades que revelan al perfecto redentor del mundo? En esta profusión luminosa de palabras a los hombres, ¿no se trasluce un conocimiento de su experimentación del "espíritu santo" o conciencia cósmica? Acaso podría decirles a los hombres de un modo distinto y más fuerte: "Yo he experimentado la resurrección", que quiere decir un nuevo renacimiento, con mis propios sentidos físicos y psíquicos despiertos en estado de conciencia diurna y, por ello, soy uno con ella. Pero como me he convertido de nuevo en uno con este nacimiento y, por consiguiente, no he podido evitar experimentar que la vida física terrena es algo que se repite y, así pues, no es la vida definitiva o terminada, sino simplemente un detalle o un capítulo de una vida que continúa eternamente, y que el individuo, de este modo, se encuentra en realidad en medio de una existencia eterna, no puedo evitar ser también uno con esta vida eterna. Pero cuando la existencia de esta vida eterna es, de este modo, un hecho, no se puede evitar que los que creen en lo que he manifestado y, por consiguiente, siguen mis indicaciones con respecto a cómo desarrollar, por medio del cumplimiento de la ley: "el amor al prójimo", los sentidos delicados y puros por medio de los cuales tiene lugar la experimentación de esta vida eterna, también alcancen el mismo estado de experimentación cósmica que yo ya he alcanzado y así puedan, igual que yo, ver su propia existencia eterna con conciencia física, diurna". ¿Se puede "heredar" esta "vida eterna" de un modo más perfecto? ¿No sucede aquí que "aunque uno muera, ve sin embargo que sigue viviendo"? ¿No se nos da aquí una idea total, clara y completa sobre la manera en que las palabras del redentor del mundo son verdad y totalmente análogas a lo que la vida misma le revela al investigador evolucionado en forma de ciencia del espíritu o análisis cósmicos de "Livets Bog"?


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