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Las denominaciones "un ser con aversión hacia las mujeres" y "un ser con aversión hacia los hombres". Cuando el individuo tiene que reconocer "que no es como los demás"   857. También es en este estadio que el individuo, como ya hemos dicho, a veces cree que puede "salvarse" por medio del matrimonio. Pero esto, naturalmente, no es posible. El regreso periódico del estado "anormal" no se puede detener. Es un eslabón del ciclo de espiral igual de inalterable que la reencarnación misma. Sucesivamente va habiendo cada vez menos intervalos entre los periodos "anormales", hasta que finalmente constituyen un estado ininterrumpido o permanente. El individuo tiene entonces que vivir toda su vida sexual madura de un modo en que la orientación de su simpatía hacia seres de su propio sexo crece o va en aumento. Esta simpatía creciente puede, incluso, llegar a ser tan fuerte que influye excesivamente sobre el sentimiento de equilibrio normal del individuo con respecto al sexo contrario. Durante un tiempo puede perder tanto de su facultad de simpatía que ni siquiera puede mostrar la consideración normal para con dicho sexo. Esta simpatía excesiva por su propio sexo y la deficiente simpatía hacia el sexo contrario es lo que ha dado lugar a las denominaciones "un ser con aversión hacia las mujeres" y "un ser con aversión hacia los hombres".
      Aunque un ser así no odie directamente al sexo contrario, en ciertas situaciones, en el estadio inicial de su transformación sexual, no podrá, naturalmente, evitar sentir una cierta animadversión hacia seres del otro sexo. Estos seres siguen siendo los rivales en su vida. Estos seres son los que una vez tras otra interfieren en su relación y se llevan al amigo o compañero "querido" como novio o cónyuge. Y a través del amor desdichado y los celos que surgen a causa de esta situación, el ser descubre "que no es como los demás". Que, como ya hemos dicho, para evitar revelar su "estado anormal" y, por lo tanto, comprometedor, no pueda fácilmente dejar que sus sentimientos salgan a la superficie, no mejora el asunto. Primero tiene que luchar contra un sentimiento de simpatía demasiado fuerte hacia el amigo y dominar este sentimiento manteniéndolo a un nivel en el que éste no pueda "descubrir" el estado "anormal" y, después, cuando el amigo o compañero se ha prometido, tiene que luchar con todas sus fuerzas para sofocar su dolor y sus celos a causa de ello en tan alto grado que éste no descubra el estado "anormal". Se da, naturalmente, por descontado, que el individuo no puede soportar un estado desdichado y reprimido de este tipo. Comprende cada vez más que es "homosexual" o que pertenece a la esfera mental que se denomina con el concepto "homosexualidad".


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