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Dos grandes épocas evolutivas se encuentran. El redentor del mundo y el monopolio matrimonial   837. ¿Qué vemos aquí? ¿Es el mandamiento del redentor del mundo antinatural, es su modo de ser y su actuación no matrimonial anormal? ¿O son antinaturales los viejos dogmas transmitidos? No, ni los dogmas matrimoniales ni el estado del redentor del mundo son anormales, sino que expresan en sumo grado el encuentro de dos épocas evolutivas altamente distintas. Nos encontramos en el límite entre dos esferas mentales totalmente distintas, a saber: "el reino animal" y "el verdadero reino humano". Los viejos dogmas matrimoniales o sexuales son la ley o las condiciones para la conservación y mantenimiento del estado de ser "unipolar" del hombre terreno heredado de su estado primitivo y el consiguiente principio de procreación, mientras que la naturaleza y la manifestación del redentor del mundo expresa la ley para la protección y desarrollo del incipiente estado "bipolar" del hombre terreno, y que es la base de la nueva esfera de interés. Mientras los dogmas se experimentan por medio de la conciencia unipolar de los seres, el mandamiento de Cristo se experimenta por medio de la conciencia bipolar de los seres. Como el ser unipolar sólo es "la mitad de un ser" y sólo puede alcanzar la suprema sensación de vivir a través de una relación íntima con "la mitad de un ser" de sexo contrario, es evidente que todas las leyes y preceptos sobre la vida tienen que ir encaminados a estimular y perfeccionar esta relación. Como el redentor del mundo es un ser "bipolar", constituye un "ser completo". La plenitud de su vida no puede, por consiguiente, ser la relación íntima con un "medio ser" de sexo contrario. Dado que posee, de este modo, en sí mismo el sexo contrario hasta la perfección y, por consiguiente, tiene conciencia diurna total de ambos polos, como el ser unipolar la tiene de su polo único, no hay ningún sexo contrario por el que pueda sentir necesidad de una relación matrimonial. Un ser así está libre de ambas clases de "medios seres", tanto hombres como mujeres. Su vida sexual íntima y satisfacción sexual tiene lugar en gran parte mentalmente, dado que "el cuerpo del verdadero hombre", es decir, el organismo especial para este ser con duplicidad de sexo todavía no está totalmente desarrollado en la Tierra. Por consiguiente, todos los hombres que nacen en la Tierra, independientemente de su mayor o menor bipolaridad sexual, todavía tienen que aparecer con "el organismo" especial "masculino" o "femenino" a partir de cuyo físico exterior definimos a su origen como "hombre" o "mujer".


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