Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(639-1052) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

Los resultados eternos, por ejemplo: el principio trino, cada una de las tres "X", el cuerpo eterno, la supraconciencia y la subconciencia, y otros existen en virtud de la visión absoluta y constituyen el ser eterno en sí. Lo relativo es la luz o aureola exterior y cambiante de este ser eterno. Cuando se niega "la conciencia cósmica" al mismo tiempo se experimenta "lo relativo"   820. Y es en virtud de esta visión "absoluta" que resultados como por ejemplo "el principio trino", cada una de las tres "X", "el cuerpo eterno", "la supraconciencia" y "la subconciencia", y otros se han convertido en conocimiento. No son en ningún caso simples reacciones del contacto de movimientos con movimientos, sino que cada uno de ellos manifiesta al cien por cien su identidad como "manifestaciones de vida". Su existencia también se identifica al cien por cien con la existencia eterna del yo. Todos son revelaciones del encuentro de movimientos con "el algo divino" e irradiaciones de éste. No pueden existir independientemente. Ninguno de ellos podría existir si el yo no existiera. Y, si no existieran, el yo nunca sería una manifestación de vida. Constituyen todos los fenómenos que no se han creado por sí mismos, sino que, al contrario, son fundamentos eternos sobre los que descansa la creación enraizada en "el algo" eterno, en unión con el cual el yo forma toda la manifestación del ser. Estos resultados eternos o realidades absolutas constituyen "el ser vivo" en sí, tanto en forma de "hijo de Dios" como en forma de "Dios". Y el despliegue de energía o los detalles exteriores, cambiantes, luminosos y que constituyen un foco de calor del resplandor de la vida eterna de este ser vivo es lo que percibimos como "lo relativo". Pero percibir "lo relativo" y simultáneamente negar "la conciencia cósmica" y "el algo vivo" que está detrás es, claro está, lo mismo que ver y experimentar la luz del sol al mismo tiempo que se niega su existencia. Pero negarle a "lo relativo" toda forma de realidad es, a su vez, lo mismo que negarle a la individualidad cósmica toda forma de manifestación exterior, toda forma de fuerza para irradiar luz y toda forma de vida. Es estar en contra del hecho. La muerte no se cierne sobre el cosmos. El universo es movimiento resplandeciente, movimiento es transformación, transformación es cambio de luz, y cambio de luz es cambio de color y se convierte con ello en el resplandor brillante del ser eternamente vivo que nos eclipsa y con el que nosotros mismos lo eclipsamos todo.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.