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No percibimos la verdadera naturaleza de una cosa, sólo percibimos, al contrario, la relación entre esta cosa y nuestro propio yo. Donde una cosa no establece ninguna relación con nuestro yo es inmaterial para nosotros y se convierte en "algo n.º 1"   808. Que precisamente es así también se convierte en un hecho por medio de la circunstancia de que todos los contrastes de este tipo son "relativos". Si, por ejemplo, nos parece que una cosa es "hermosa", la expresión "hermosa" sólo será la denominación de la relación de dicha cosa con nuestro "yo". Pero como simultáneamente puede haber otros que opinen que la misma cosa es "fea", esta denominación sólo será así mismo la expresión de la relación especial que hay entre esta cosa y "el yo" de los otros seres. Pero cuando alguien opina que la cosa es "hermosa", y otros creen que es "fea", ¿cuál de estas dos calificaciones es entonces la absolutamente valedera para la cosa en sí? La respuesta debe ser: ninguna en absoluto. La cosa no tiene en sí misma ningún análisis. Donde no se trata de una relación entre "yo" y "esto", sólo puede existir como "X" en su naturaleza más profunda y entonces, como ya hemos descrito en "Livets Bog", es idéntica al "algo n.º 1", que, claro está, es lo mismo que "X1". Todo lo que decimos de las cosas que percibimos no es, así pues, la naturaleza absoluta de las cosas, sino solo denominaciones de la relación entre las cosas y nuestro propio "yo". Que lo que percibimos por medio de los sentidos es así, de alguna manera, ilusión es posiblemente difícil de comprender para muchos. Pretenderán precisamente que cuando una cosa se percibe por un ser como "negra" y por otro como "blanca", puede ser cierto que esta cosa en sí misma no sea "negra" ni "blanca", pero que, debido a ello, tenga que existir como inmaterial y, por consiguiente, ser igual a "X" no puede ser verdad, ya que puede haber otros seres que también perciben la cosa, pero no "negra" o "blanca", sino de algún otro modo. Y si pueden percibir la cosa, no puede ser igual a "X". Pero aquí nos vemos precisados a repetir lo que ya hemos mencionado antes, que si la cosa puede percibirse, existe, claro está, una relación entre esta cosa y el origen de la percepción o "yo". Y lo que se percibe es, precisamente, esta relación y no la cosa en sí. Cuando un ser percibe una cosa como "negra" y no puede percibirla de otro modo, cualquier otra manera de captar la misma cosa tiene que ser de manera absoluta igual a "X" para este ser. Pero una cosa que para los sentidos sólo puede ser igual a "X", es decir, aparecer como inmaterial, es irrefutablemente idéntica a "X1". El caso es que no puede borrarse ni considerarse como igual a "nada", dado que puede percibirse por otros seres y, por consiguiente, se muestra de manera inalterable con el análisis: "algo que es"


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