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Manifestación y creación. El mundo material sólo puede existir como un reflejo del "mundo interior" de los seres vivos   801. Pero del mismo modo que "el mundo exterior" se refleja por medio de nuestros sentidos en nuestro "mundo interior", nuestro "mundo interior" también puede reflejarse en "el mundo exterior". Las modificaciones que hacemos en "las copias" de nuestro "mundo interior" las podemos hacer visibles en "el mundo exterior", donde pueden ser contempladas por nuestros semejantes. Entonces tenemos que formar o crear en la materia del "mundo exterior" "copias" de las copias o fenómenos que se han formado o creado en nuestro "mundo interior". A esta reproducción en "el mundo exterior" de las copias del "mundo interior" la llamamos "manifestación" o "creación". Por consiguiente, toda manifestación o creación sólo es, en realidad, una copia o una nueva creación del "mundo interior" de los seres vivos en "el mundo exterior". A este "mundo exterior" lo experimentamos en su manifestación más tosca como lo que llamamos "el mundo físico". Y, como los lectores comprenderán, es este mundo el que comúnmente se considera como "el mundo material". Pero este mundo "material" no puede nunca, en ninguna circunstancia, existir o llegar a ser sin ser, precisamente, un reflejo del "mundo interior" de los seres vivos. En "Livets Bog" ya hemos entrado en contacto con este hecho al reconocer que una casa no puede ser construida sin un constructor, lo mismo que un traje no puede hacerse sin un sastre. La casa y el traje, ¿son acaso otra cosa que unas "copias" manifestadas en materia física de cosas existentes en "el mundo interior" de su origen?


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