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"El algo" que reina sobre "el movimiento" no está aquí ni allí. No se encuentra ni arriba ni abajo. Sólo puede existir con el análisis "algo que es"   791. Como "X3" en sí misma está formada exclusivamente por "movimiento", y sólo es movimiento lo que es accesible a la percepción, este "algo" reinante no se encuentra de ninguna manera en "X3" o zona accesible a la percepción. Sólo se encuentra fuera de esta zona. Pero como la zona de percepción representa la zona en que todo "movimiento" tiene su dominio, y este dominio, que es lo mismo que el mundo de las sustancias o materias y, con ello, de las formas, es infinito, en realidad no hay nada en absoluto frente a este "afuera" existente. No hay ningún hombre intelectual que dude del hecho de que el universo continúa más allá de las galaxias, las metrópolis de estrellas, los astros y planetas visibles en este momento. Para que el universo pudiera existir con una frontera absoluta, tendría que existir una "nada" absoluta con la que tendría que limitar. Pero como esto es totalmente imposible, es un hecho que no puede de ninguna manera existir nada "fuera" frente al universo. Pero entonces, ¿dónde se encuentra este "algo" que reina sobre "el movimiento"? Aquí es donde precisamente llegamos al fundamento de su designación como "X". La dependencia de "los movimientos" o de la zona de percepción hace de su existencia un hecho, pero simultáneamente también convierte en un hecho que esta existencia es imposible en el mundo de "los movimientos" y, por consiguiente, debe hallarse "fuera". Pero como "los movimientos" convierten además en un hecho que este "fuera" no existe, ¿qué se puede entonces decir de este "algo"? Como ninguno de estos tres hechos puede rechazarse, sino que son realidades totalmente lógicas, revelan una nueva realidad como un hecho, a saber, que este "algo" u origen de "los movimientos" no aparece bajo las leyes o condiciones que se exigen para que "los movimientos" puedan tener lugar o existir. ¿De qué manera diverge este "algo" de "los movimientos"? Diverge, ante todo, por el hecho de que para poder existir no tiene que tener, como éstos, "lugar", "sitio", "tiempo" u otras formas de tradiciones o fenómenos creados. Existe totalmente independiente de estas realidades y sólo constituye un único análisis: "algo que es". Pero no está "aquí" ni "allí". No está "arriba" ni "abajo". Este "aquí" o "allí", "arriba" o "abajo" es algo que éste "produce", es decir, resultados visibles de su existencia invisible o no accesible a los sentidos, y forman parte de "los movimientos". Todo lo que por lo demás puede decirse sobre una cosa, tal como que es "grande" o "pequeña", "bien hecha" o "mal hecha", "hermosa" o "menos hermosa", que es "mala" o "buena", etc., nunca, en ningún caso, puede constituir análisis justos de este "algo", porque éstos, todos sin excepción, son así mismo "clases de movimiento", son "producciones", son "fenómenos creados" y, como tales, resultados subordinados de un "algo" con una voluntad dirigente que, por lo tanto, sólo puede identificarse con el mencionado "algo que es". Y es precisamente debido a la voluntad lógica y a la manifestación de pensamiento o de conciencia, relacionada con ella, que la existencia de este "algo" es un hecho y revela que, así pues, existe algo más que precisamente "el movimiento".


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