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Por qué percibimos ciertas cosas como "puntos fijos". En realidad son ilusiones, son movimientos ocultos   783. Aquí se alegará a lo mejor que exceptuando el movimiento de la Tierra, es sin embargo un hecho que en su zona o en su superficie tenemos, no obstante, excelentes "puntos fijos". Así pues no tenemos ninguna dificultad especial en encontrar buenos fundamentos o bases para nuestros edificios, tanto los rascacielos de la civilización como los iglúes de los esquimales. Grandes puentes descansan en cajones flotantes sujetos al seno de la Tierra. Trenes rápidos corren por vías férreas cimentadas sólidamente, lo mismo que grandes autobuses ruedan cientos de kilómetros por autopistas igual de sólidas y firmemente construidas. Es cierto que estos fenómenos sólo son posibles en virtud de presuntas "bases fijas". Pero estas bases, ¿son acaso otra cosa que "el amueblar" por los hombres su "nave celeste", la Tierra? La única estabilidad o lo único estacionario que representan corresponde a lo que el interior de un compartimiento de tren, en un tren en marcha, aparentemente representa cuando no se mira por sus ventanillas. Cuando se mira se ve la marcha del tren, y con ella la del compartimiento o de nuestro "punto fijo", por el continente. Pero, ¿no es de este modo que todos los "puntos fijos" se constatan? ¿No es precisamente donde no vemos ningún movimiento que hablamos de la cosa como estacionaria? ¿Y cómo podrían las cosas mostrarse diferentes en una situación así? Cuando un movimiento no puede constatarse, su contraste debe dominar al cien por cien sobre los sentidos. Y es precisamente este contraste lo que llamamos "quietud". Visto de este modo, en "X3" no hay ninguna forma en absoluto de "puntos fijos". Todos los fenómenos, que en la vida cotidiana consideramos como tales, no constituyen así, en realidad, ninguna "quietud", sino que son en sumo grado expresión de "movimiento". Cuando nosotros, sin embargo, percibimos estos fenómenos como "quietos", y por lo tanto como "puntos fijos", se debe a la circunstancia de que no vemos la forma de movimiento o las vibraciones de la energía vinculada a las cosas. Estamos en el estrepitoso "compartimiento del tren", pero tiene "las ventanillas tapadas". No podemos "mirar afuera" y, por consiguiente, no percibimos "la velocidad" o "el movimiento" de las cosas. Nos parece que siguen estando exactamente en la misma relación o posición con respecto a nosotros. Y, por esto, las percibimos como "fijas" o "quietas". "Los puntos fijos", que vemos o percibimos, son así pues todos sin excepción ilusiones. Constituyen "movimientos ocultos".


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