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| Las formas con que la vida se manifiesta son lo mismo que sus sustancias visibles. "Productos químico-cósmicos" |
765. La vida en sí misma es, por consiguiente, una realidad eterna, pero está formada por una suma infinita de detalles que no son eternos, dado que, como ya hemos dicho, son cambiantes.
Como estos detalles cambiantes constituyen el colorido de la vida misma, su naturaleza y accesibilidad a la percepción, los seres vivos le dan nombre a la vida según estos detalles.
Pero estos detalles no son la vida en sí, sino sus maneras de manifestarse.
Sin ellos la vida no podría jamás experimentarse, y el universo sería, como ya hemos dicho, el dominio eterno de la muerte.
Como estos detalles son manifestaciones de vida, ésta se presenta, por lo tanto, con variaciones altamente diferentes.
Estas variaciones constituyen las sustancias visibles de la vida.
Estas sustancias forman el material que condiciona ésta o aquélla forma de vida.
Son en sí mismas "los productos químico-cósmicos" de los que "el químico cósmico" transforma su vida desde una forma a la otra.
Son el material para su pensamiento, conciencia y voluntad.
Y estos "productos químico-cósmicos" de la vida son los productos de los que vamos a adquirir una visión de conjunto aquí.
Del mismo modo que los productos químicos pueden especificarse y agruparse según sus cualidades afines, comunes y usarse en la química física para determinados objetivos, "los productos químico-cósmicos" también pueden especificarse y agruparse según sus cualidades afines, y usarse de manera consciente por "el químico cósmico" para realizar esta o aquella transformación o coloración de su forma de vida, que desea de manera especial. |
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