Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(639-1052) 
 
Búsqueda avanzada
Véase "Esquema sobre la importancia del cero" en nueva ventana    

 

El sistema numérico decimal nos muestra la diferencia en los análisis y en la actitud frente a la vida del hombre materialista y del verdaderamente sabio o altamente intelectual   1042. Pero, gracias a las leyes divinas, hace tiempo que el hombre moderno ha aprendido a "contar" de manera perfecta en el campo meramente material físico, es decir, por medio de la perfección del alfabeto numérico decimal puede catalogar el infinito, que, claro está, sólo puede ser lo mismo que la vida en sí. Una cuenta que no puede continuar infinitamente no puede de ningún modo ser otra cosa que la imagen de alguna pequeña localidad de la vida, pero no la vida misma. Y gracias a estas leyes divinas, el materialista o el "incrédulo" también llegarán, de una manera tan perfecta como hoy usan el sistema numérico decimal, a poder usar el alfabeto de letras y llevarlo a expresar una catalogación del infinito. Esta perfección del lenguaje conforme a la actitud del pensamiento ante la vida es lo que irradian los más grandes sabios de la humanidad. Y a esta catalogación la conocemos como análisis cósmicos de la vida. Estos análisis difieren, por consiguiente, de los del materialista en que muestran la vida tanto en la zona del cero como más allá de ella, como se muestra en el esquema del cero. Todo lo que se encuentra fuera de los números en la sección-Q, a la izquierda de la casilla-A, es de este modo, sin ninguna excepción, de naturaleza cósmica, es decir, de naturaleza espiritual o eterna. Excluir esta naturaleza de los fenómenos materiales es negarles vida y hacerlos falsos. Y cada ser que no pueda usar el alfabeto del lenguaje con la misma perfección que hoy le es posible usar el alfabeto del sistema numérico decimal tiene que vivir, de este modo, con una concepción falsa de la existencia. Y mientras no pueda usar el alfabeto del lenguaje de las letras de una manera igual de perfecta, no podrá hacer que su pensamiento sea idéntico a la estructura de la vida o el infinito. Y entonces el lenguaje no está terminado. Lo que surge de la boca del ser sólo es todavía el sonido, más o menos articulado, del animal. Sólo cuando la verdad absoluta se incluye en estos sonidos, lo que vibra desde las profundidades de su alma es el eco del cielo.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.