Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(639-1052) 
 
Búsqueda avanzada
Véase "Esquema sobre la estructura del sistema numérico" en nueva ventana    

 

La estructura del sistema numérico decimal y el símbolo n.º 7 de "Livets Bog"   1031. Pero como resulta que el contar es, de este modo, una suma de los valores del ciclo anterior alrededor del cero, como ya hemos dicho en el apartado 1025, ésta es por sí misma exactamente la expresión de lo que en "Livets Bog" llamamos "escala de evolución", y que hemos simbolizado en el símbolo n.º 7, tomo 1, apartados 273-277. En este símbolo vemos un trozo de los diversos ciclos de la vida representados en forma de peldaños de una escalera. A la zona coloreada más a la derecha la podemos considerar la cuenta usual. Muestra una serie de pequeños peldaños. Doce de estos peldaños representan un peldaño mayor, como se muestra en la zona de en medio del símbolo. Estos doce peldaños se expresarán en realidad en el sistema numérico decimal de 0 a 9. Que aquí hayamos usado el número doce se debe a razones prácticas en relación con el modo especial con que precisamente hemos tenido que interpretar los detalles de estos peldaños. Pero esto no modifica de ningún modo la identidad del símbolo con el principio que rige el sistema numérico decimal. El principio de repetición es el mismo. Que se use, precisamente, el número 9 u otro número del sistema numérico decimal como punto de cambio de la cuenta no tendrá, así pues, importancia en relación con esto. El principio cíclico del sistema numérico decimal es el mismo. Que un hombre muera como niño o como adulto, que tenga un año o noventa a su muerte no modifica la identidad de su vida con el principio cíclico del sistema numérico decimal. Los pequeños peldaños de la parte coloreada totalmente a la derecha del símbolo serán, de este modo, análogos al ciclo de primer grado del sistema numérico decimal, mientras los peldaños grandes de la parte del medio del símbolo serán análogos al ciclo de segundo grado del sistema numérico decimal. Aquí también vemos cómo se manifiesta el principio de repetición. Seis peldaños forman aquí un peldaño mayor, lo cual está indicado con los peldaños violeta totalmente a la izquierda del símbolo. Y con estos peldaños, en el símbolo ya nos encontramos en el macrocosmos, donde los peldaños continúan hacia arriba en lo grande o infinito, lo mismo que los peldaños de primer grado del símbolo tampoco son naturalmente los absolutamente primeros. Contendrán en sí mismos el microcosmos. Algo que es, no importa lo pequeño o diminuto que sea, tiene que estar compuesto de "algo". Este "algo" tiene, a su vez, que estar compuesto de "algo" que, de nuevo, tiene que estar compuesto de "algo" y así continuando. "Algo" no puede estar compuesto de "nada". El microcosmos tiene necesariamente que estar presente en toda forma de "algo". Por esto, en ninguna situación tendremos ante nosotros un comienzo absoluto o un fin absoluto de una manifestación o cosa creada. Este comienzo o este fin será siempre un efecto de una causa precedente, del mismo modo que será la causa de un efecto subsiguiente, y así continuando al infinito.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.