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En el lenguaje de números también tiene que haber "sujeto" y "verbo" como en el lenguaje de letras   1012. La serie de números sólo tiene, como sabemos, diez signos numéricos, a saber, los números de cero a nueve. De estos diez primeros números sólo cuentan los números del uno al nueve. Pero, ¿por qué es necesario tener el cero delante del número uno? Sí, ¿por qué es necesario que digamos "yo" cuando queremos expresar las situaciones creadas por nosotros? ¿Por qué decimos, por ejemplo, "yo pensaba", "yo escribía", "yo andaba"? ¿Por qué no nos limitamos a decir "pensaba", "escribía", "andaba"? ¿No es porque estas palabras solas serían bastante imperfectas o sin sentido?* En una situación así, ¿no tendríamos que preguntarnos "quién" o "qué" pensaba, escribía o andaba? Por lo menos tendríamos que reconstruir estas palabras imperfectas con una palabra o un signo para "el algo" que pensaba, escribía o andaba. Pero como no conocíamos a este "algo", tendríamos, así pues, por ejemplo que poner una X delante de esta palabra, con lo que se diría "X pensaba", "X escribía", "X andaba". Pero en esta situación, ¿es esta "X" acaso otra cosa que el "cero" de la serie de letras? Para que las palabras pudieran tener sentido, es decir, para que pudieran expresar los dos contrastes necesarios para que una cosa pueda ser una experiencia y, con ello, se convierta en un relato, tendríamos que crear nosotros mismos un signo para el contraste que falta. Un relato que sólo expresa uno de los contrastes no es ningún relato. Un relato sólo puede existir como una expresión de la relación de un "movimiento" con un "punto fijo". Cada oración gramatical de un idioma se basa en este hecho. En cada oración tiene, de este modo, que haber un "sujeto" y un "verbo".** En caso contrario no es ninguna oración. El sujeto expresa "el punto fijo", mientras el verbo expresa "el movimiento". Pero del mismo modo que el lenguaje de letras sólo puede ser perfecto donde expresa la relación del "movimiento" con "el punto fijo", el lenguaje numérico decimal sólo puede ser perfecto donde expresa la relación del "movimiento" con "el punto fijo". Esto se convierte en más evidente a medida que se comprende que en la existencia no hay nada más que esto. Y algo que no existe no puede dar, de ninguna manera, lugar a un relato. Dado que la serie de números tiene, en resumidas cuentas, que expresar una idea y, por consiguiente, ser un relato sobre algo que existe, también tiene que estar subordinada a las mismas leyes que la serie de letras. Una oración escrita con números también tiene que ser un relato sobre la relación del "movimiento" con "el punto fijo". También tiene que tener un "sujeto" y un "verbo". Y "el sujeto" del lenguaje de números es, precisamente, el número 0, mientras "el verbo" es, en realidad, todos los otros números. Esto quiere, a su vez, decir que "el cero" es el número o "palabra" alrededor del cual pueden situarse todos los otros números y son llevados a expresar una idea, exactamente como "el sujeto" es la palabra alrededor de la cual otras palabras del idioma pueden ser llevadas a expresar una idea. Del mismo modo que el sujeto, según su análisis más profundo, expresa lo absolutamente inmóvil, "el punto fijo" o "el yo", "el cero" también expresa, así pues, en su análisis más profundo el mismo "punto fijo", "el algo" de la existencia que no tiene nombre, que dirige la voluntad o que piensa. Y es imposible encontrar una oración gramatical o un número que no tenga como objeto expresar la situación de este "algo" sin nombre.
 
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* Comentarios de la traductora: La estructura del idioma danés es distinta a la del castellano. Los diferentes tiempos del verbo sólo tienen una forma común para todas las personas, por lo cual siempre es necesario indicar explícitamente el sujeto. En castellano dicho sujeto está implícito en la terminación y sólo debe indicarse explícitamente en algunos casos, tal como en el ejemplo presente del pretérito imperfecto (pensaba, escribía, andaba) en que la primera y tercera persona tienen la misma terminación y hay que indicar explícitamente si se trata de yo o de él/ella.
** Comentarios de la traductora: Esto también es cierto en el caso del castellano, lo que sucede es que una de estas palabras, el sujeto, suele estar implícita en la terminación del verbo.


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