Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(639-1052) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

La quietud del "algo" eterno no es simplemente un "grado" de "quietud", sino que constituye una "quietud" absoluta y total, y mediante la cual "algo" se convierte en idéntico con "el punto fijo" absoluto   1010. Que esta "quietud", que "el algo eterno" es en sí mismo, es absoluta y no sólo un "grado" de "quietud", es decir, una clase de "movimiento" que es tan "lento" que a nuestros sentidos tiene que parecerles "quietud" absoluta, es un hecho, dado que no hay ningún límite para lo grande o pequeña que la aparición de un "movimiento" pueda ser, lo cual, a su vez, significa que no hay ningún límite para lo grande o pequeño que pueda ser un cuerpo u organismo. ¿Quién ha visto y quién verá alguna vez el mayor o menor "ser vivo" de la existencia? El microcosmos tras el microscopio, ¿no es, acaso, igual de detallado y perfecto que el macrocosmos tras el telescopio? ¿Cree algún investigador que alguna vez encontrará lo absolutamente "más pequeño" o "más grande" del universo? En todo caso es en sí mismo una de las mayores pruebas de ingenuidad. ¿Dónde comienzan y donde terminan los números? ¿No comienzan con el cero delante del número uno? ¿Y puede una serie de números ser tan larga que un cero detrás pueda carecer de valor? ¿Y qué se entiende por un cero? ¿No es precisamente la expresión del "algo" imprescindible sin nombre? La serie de números, ¿no tiene que empezar con este "algo" sin nombre y terminar con el mismo "algo" sin nombre? El número cero, ¿no es, así pues, igual a "X1", es decir, "el punto fijo", mientras los otros números son igual al movimiento? Que este cero en la serie de números es, en realidad, su "punto fijo" se convierte en un hecho por la circunstancia de que desde un punto de vista físico es su centro absoluto. La serie de números está, de este modo, formada por números delante y detrás del cero. Sin esta colocación la serie de números autorizada sería en su totalidad bastante imperfecta. Le sería imposible poder constituir la imagen genial e inalterable del infinito, de la eternidad y, con ello, de la Divinidad que ahora constituye.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.