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El universo constituye el mismo principio trino que el ser vivo   1003. Que estas tres "X" constituyen una unidad indivisible, dado que aparecen como tres análisis del mismo fenómeno, a saber, "el algo" eterno "que es", y este "algo" es, con ello, una "trinidad" es, claro está, algo en lo que ya hemos profundizado repetidas veces aquí en "Livets Bog". Que esta "trinidad" constituye la estructura cósmica general del "ser vivo", y que su aparición sería totalmente imposible sin esta estructura, son así mismo análisis que hemos puesto en conocimiento del lector hace mucho tiempo. Por consiguiente, no nos detendremos en ellos, sino que simplemente insinuaremos que además de ser, de este modo, la estructura cósmica y eterna del ser vivo son, simultáneamente, una imagen igual de inalterable de la estructura del universo en sí. Éste constituye igualmente, como también hemos indicado antes, un "algo que es". Como "algo" no puede venir de "nada", "el algo" que constituye el universo ha existido, de este modo, eternamente. Como constituye todo lo que existe, no hay nada con lo que se pueda comparar. Y como no puede compararse con nada, aparte del análisis mencionado de "algo que es", no puede tener ningún análisis. Y a este "algo que es" sin nombre debemos expresarlo como "X". Dado que esta "X" tiene una facultad creadora, lo cual se convierte en un hecho por medio del gran proceso creador que llamamos "naturaleza", y esta facultad creadora, al igual que en el individuo o ser vivo, tiene forzosamente que haber sido eterna, dado que todos sus eventuales más o menos fuertes despliegues sólo pueden ser fenómenos temporales o detalles locales de su aparición, éstos no pueden ser análisis justos de su naturaleza eterna. Esta facultad creadora, aparte de ser un "algo que es", también carece de nombre por naturaleza, por lo cual también hemos tenido que designarla como "X2". Pero como "el algo" eterno, que constituye el universo, ha tenido así eternamente una facultad creadora, también ha existido eternamente un resultado de ella. Este resultado eterno es, por lo tanto, "la naturaleza" con todas sus clases de movimiento y procesos de transformación cambiantes, todas sus formas y organismos. Como cada uno de estos detalles sólo puede constituir un fenómeno temporal o provisional en la propia existencia eterna del universo o totalidad, ninguno de estos detalles puede ser una expresión justa o un análisis absoluto de la aparición eterna de la totalidad en sí. La aparición de esta totalidad carecerá, de este modo, de nombre, aparte de constituir un "algo que es". Y también tenemos que expresarla como "X3".
      El universo se revela, de este modo, exactamente con el mismo análisis que el ser vivo. Tiene las mismas tres "X", la primera de las cuales, al igual que en el ser vivo, constituye "lo que crea" que, a su vez, es lo mismo que "el yo". La segunda "X" es "la facultad creadora" que también es lo mismo que la facultad de experimentación o manifestación, mientras que la tercera "X" constituye "lo creado", es decir: el organismo con sus procesos de transformación o cambio.


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