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El ser empieza a especular sobre la causa de los sufrimientos  633. Pero a la noche más oscura le sigue el día más claro, y aquí también sucede así. En la esfera humana terrena, en la zona del principio mortífero hace tiempo que se ha impuesto un nuevo clima de pensamientos. Este clima es más bien una armonización de inteligencia y sentimiento. Esta armonización aparece con la transformación que experimenta la facultad de pensar y de percibir de los individuos cuando hacen la vivencia de los sufrimientos o de todos los otros estados oscuros en que experimentan el principio mortífero. Como en esta zona el ideal heroico o la moral de los individuos se basa constantemente, a lo largo de una serie de vidas terrenas, en matar, y los seres en cuestión sólo viven para sembrar horror, sufrimiento, opresión y asesinato en seres inferiores, ya se trate de hombres o animales, tales seres no pueden de ninguna manera continuar evitando las consecuencias de esto. En una zona en que los más hermosos ideales son el derramamiento de sangre, tanto en forma de platos culinarios favoritos como en forma de actos de venganza, no puede existir un paraíso de simpatía y amor. Y como las leyes eternas del ciclo hacen que cada energía regrese ineludiblemente al yo o centro de vida que la ha originado y del que ha surgido, la zona se convierte finalmente para cada ser en un "infierno" cada vez mayor cuanto más practique el ideal antes mencionado. Esto quiere decir que, en realidad, es él mismo al que alcanza su venganza, su deseo de muerte y de sangre. Y con esta confrontación constante con la oscuridad o los sufrimientos en su propia carne y sangre finalmente especulará sobre la causa, desconocida para él mismo, de su destino oscuro como la noche. Y esta especulación lo lleva a intentar muchos experimentos para la creación de moral y de una existencia. Algunos de estos experimentos dan resultados positivos, crean una cierta forma de paz y armonía, mientras otros fracasan y crean sufrimientos y, con ellos, decepción y depresión. Pero mientras haya sufrimiento y subsista el consiguiente pesimismo sobre la existencia, el ser continuará incansablemente especulando sobre la causa del sufrimiento. Poco a poco su vida y existencia sólo será un gran "por qué".


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