Lee y busca en El Tercer Testamento
| El encuentro de "las generaciones futuras" con "el Intercesor, el Espíritu Santo" |
620. Mientras estas dos categorías de conciencia aquí mencionadas no están particularmente en contacto con la estructura general del propio universo o en su misma "longitud de onda" y, por lo tanto, todavía no han desarrollado de manera particular núcleos de talentos para la comprensión del más alto humanitarismo o amor de la vida, hay otra categoría de seres que también se ha nombrado anteriormente en el capítulo mencionado de "Livets Bog".
Estos seres han atravesado lo esencial de las zonas de sufrimiento de la espiral y han desarrollado equilibrio en su manejo del sentimiento y la inteligencia en su conciencia.
En virtud de este equilibrio están más o menos en la misma "longitud de onda" que la estructura del universo, es más, ésta ha pasado, por así decir, a formar parte de su interior.
La estructura de su conciencia con su sentimiento controlado por la inteligencia y su inteligencia controlada por el sentimiento aparece, precisamente, con la imagen y semejanza particular de la estructura del universo.
Su carácter y su concepto moral siguen exactamente la misma dirección que las propias leyes del universo.
Están, aunque en muchos casos no conscientemente, en estrecho contacto con el humanitarismo y el amor que es lo más central de la revelación del universo que hace la Divinidad.
No es nada extraño que el espíritu divino que "se cernirá" eternamente "sobre las aguas", que según una concepción más intelectual quiere decir ciencia del amor, sea para ellos lo mismo que la lluvia de verano es para las flores, a saber, una fuente de vida enormemente purificadora y fortalecedora.
Van absorbiendo en un grado más o menos prominente la sabiduría divina o revelación absoluta del misterio de la vida.
Es más, ésta será gradualmente un alimento divino imprescindible y vital que llegará a las microregiones más profundas de su conciencia.
Estos seres son "las generaciones futuras" para quienes tenía que venir "el Intercesor, el Espíritu Santo" o la ciencia del amor eterno y cubrirlos con su sombra o iniciarlos en la verdadera solución del misterio de la vida o presencia de la Divinidad en las zonas humanas terrenas.
Han pasado cientos de años desde que esta maravillosa promesa surgida de la boca de un mensajero divino comenzó a vibrar como una revelación luminosa sobre el mundo. "Las generaciones futuras" hace tiempo que han nacido. Las hemos encontrado en carne y sangre. "La longitud de onda" de la estructura del universo, es decir, la culminación del humanitarismo y del amor o el verdadero intelectualismo de la vida será y seguirá siendo el más alto ideal o base de la vida de estos seres. Son "la buena tierra" o los auténticos portadores de una cultura mundial verdadera. Por todos los lugares alrededor de la Tierra por donde pasan brillará la paz. "El nuevo cielo y la nueva Tierra" centellearán y arrojarán su resplandor intelectual sobre los miles de estrellas del universo. |
Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.
Síntesis