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Los seres que no pueden comprender los doce resultados básicos de la vida  618. Con esto hemos terminado de exponer las consecuencias de la meditación de la que empezamos a hacer partícipe al lector en el apartado 559, y cuyo objetivo era que pudiera comprender que tanto él (ella) como el universo, no eran simplemente una serie rotatoria de funciones automáticas o mecánicas ciegas. Y lo que hemos visto en esta pequeña y breve serie de análisis ha sido verdaderamente abrumador. Sólo el hombre primitivo puro y exclusivamente "hombre de sentimiento" o meramente "hombre de inteligencia" puede ser insensible a esto, ya que en su conciencia no tiene la armonía o equilibrio entre sentimiento e inteligencia que es una condición exclusiva para un talento "intelectual" verdadero o absoluto. Un ser así no puede, por consiguiente, entrar en contacto con "la longitud de onda" o la armonía o equilibrio entre sentimiento e inteligencia que constituye el intelectualismo, la lógica o el amor en que se basa exclusivamente la estructura del universo. Como todavía no ha desarrollado una armonía así en su propia conciencia, la función de su cerebro, de sus pensamientos o de su voluntad tampoco puede basarse en la misma estructura intelectual que el universo. Sólo puede estar en contacto con las partes del universo que tienen el mismo desequilibrio entre estas dos energías que él tiene en su propia conciencia. Sólo tipos de pensamientos que representan este desequilibrio pueden ser verdad para este ser. Si este desequilibrio se debe a demasiado sentimiento con respecto a la inteligencia, un ser así todavía cree en gran parte en "el mal", "los pecados", "la cólera de la Providencia", "el castigo", "la venganza", y "el infierno", "la perdición eterna", etc. Sí, esta energía del sentimiento demasiado superior en la mentalidad es lo que, en realidad, oscurece "el cristianismo" o, hasta cierto grado, todavía lo hace idéntico al "paganismo". Y este "paganismo", camuflado como "cristianismo", es lo que hace que la cultura mundial de hoy, basada en aquél, se encuentre en su propia agonía. "El paganismo", es decir, el despliegue del "principio mortífero" no se cambia con un simple camuflaje. La verdad absoluta vencerá inevitablemente cualquier forma de mentira. Es por ello que toda cultura que no surge de la verdad tiene que derribarse, tiene que convertirse en cenizas frente a la propia realidad de la vida, una realidad ascendente y luminosa.
      En cuanto al ser, en cuya conciencia hay un desequilibrio entre el sentimiento y la inteligencia debido a demasiada inteligencia con respecto al sentimiento, en él se impondrá el hecho de que, como quien dice, no "cree" en nada en absoluto, es más, incluso niega en gran medida todo lo que no comprende del misterio de la vida. En virtud de su inteligencia demasiado dominante con respecto a su sentimiento, es muy frío e insensible en sus razonamientos. Como el talento para usar la energía del sentimiento en la conciencia sólo puede crearse experimentando el sufrimiento, y estas experiencias pasan a la conciencia como el fundamento para la creación del talento de la facultad de compasión o empatía, el individuo con una inteligencia superior pero pobre de sentimiento no tendrá ninguna facultad especialmente desarrollada de compasión y, de modo correspondiente, nada impedirá por lo tanto el despliegue de su inteligencia. En un ser así este despliegue tiene que ser necesariamente desconsiderado y egoísta. Por ello, un ser así a veces también llega a poseer riquezas inmensas, y así mismo está en condiciones de obligar en gran escala a los seres a ser sus esclavos, a comprarle mercancías a precios de usurero, o de otro modo dominarlos económicamente. Este ser está, por consiguiente, muy lejos de construir su vida en contacto con la verdadera estructura del universo. Debido a la falta de sentimiento, no puede alzar el vuelo de su fantasía más allá de fenómenos materiales tangibles y, de este modo, no puede en ninguna circunstancia usar su destacada inteligencia en ningún campo superior del pensamiento, ni religioso, ni artístico, ni filosófico. Pero negocios y una y mil veces negocios es su especialidad. El talento para enriquecerse culmina en la conciencia de tales seres. Toda vida espiritual superior es para ellos un libro cerrado, es más, es algo cuya existencia tienen más bien tendencia a negar. La política o la ciencia de estos individuos, si se dedican a una cosa de este tipo, es más bien una atmósfera de negocios fría, que un ideal verdaderamente moral.
      Como estos seres, de este modo, sólo son representantes del "paganismo", tampoco pueden en ninguna circunstancia salvar la cultura mundial que ahora se está hundiendo, pero han comprendido con su inteligencia cómo aprovecharse ampliamente de su caída a beneficio de sí mismos y, con ello, han participado además en el hecho de empujarla hacia la ruina. Esta existencia suya, muy lejos del intelectualismo o lógica de la estructura del universo, no les da ninguna base para que puedan comprender la solución del misterio de la vida. Los doce resultados básicos de este misterio son para ellos un problema sin solución. Y si no se oponen directamente a la verdadera solución de este enigma de la vida, esto puede casi considerarse como algo bueno.


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