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Toda vida es un "escrutinio de los caminos de Dios". Trabajar en contra de este "escrutinio" es lo mismo que "matar" o transgredir el quinto mandamiento  572. Como hemos visto en lo que antecede, "los caminos de Dios" no son inescrutables, al contrario, toda la vida y toda la conciencia, tanto cada pequeño suspiro como cada exclamación o grito a voces, tanto cada experiencia silenciosa y portadora de felicidad como cada destino fulminante, destructor de la mente o portador de desgracia de cualquier ser no pueden existir sin revelarse finalmente como un escrutinio de "los caminos de Dios". Porque cada vivencia, tanto desdichada como feliz, se revelan, claro está, finalmente como un eslabón imprescindible de una inmensa dirección universal lógica o sistemática, del mismo modo que el punto álgido del destino de cada ser, como verdadera felicidad, paz y alegría, sólo puede existir como un efecto directo del punto álgido del contacto de este ser con dicha dirección universal, con la culminación de su lógica que, a su vez, es lo mismo que "amor" al cien por cien. "Amor" es, así pues, el resultado de toda creación y, por consiguiente, de todo movimiento, de toda experimentación. En verdad, no escudriñar "los caminos de Dios" es lo mismo que mantenerse fuera de "la ciencia del amor", es lo mismo que trabajar en contra de lo que la Providencia o Divinidad quiere, precisamente, decirle al ser vivo, y tiene que ser el verdadero camino hacia "la perdición eterna", si un camino así fuera verdaderamente posible.
      Pero precisamente en virtud de que nadie puede eludir la lógica, que todo lo penetra, del plan del universo, incluso la resistencia, consciente o no consciente, del ser vivo contra la existencia o Divinidad, su desviación del amor o su manifestación mortífera también estará incluida en el propio plan del universo, de modo que incluso una existencia así al fin llevará necesariamente al ser a convertirse en un declarado partidario del amor tanto teórica como prácticamente. ¿No sucede acaso, precisamente, que la desviación de la lógica universal divina da lugar al destino más desgraciado que existe? Pero el destino más desgraciado proporciona las mayores experiencias. Y como las experiencias más grandes son lo mismo que "la suma sabiduría", y ésta a su vez sólo puede existir como el saber supremo sobre la existencia, es decir, "los caminos de Dios", toda la vida se muestra aquí como "escudriñamiento" de los caminos de Dios. La vida o toda la existencia de cada ser vivo es, así pues, lo mismo que una pregunta dirigida a la Providencia y la respuesta de esta Providencia.
      Negar "el escudriñamiento de los caminos de Dios" se manifiesta por lo tanto aquí como una oposición a la vida, que es lo mismo que "matar". Oponerse al "escudriñamiento de los caminos de Dios", que entre otras cosas quiere decir oponerse a la investigación de las religiones, los libros sagrados o preceptos religiosos, los sacramentos, etc. es lo mismo que estimular una de las mayores y más peligrosas infracciones de la ley de la vida, a saber, la infracción del quinto mandamiento: No matarás. Y la historia también muestra entonces cómo "las autoridades eclesiásticas" debido a este error, en nombre del cristianismo, por medio de la Inquisición han manifestado esta infracción en muy alto grado, han creado sufrimiento, destinos desgraciados, tortura y ejecuciones.


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