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En el peldaño superior de la serie de análisis de la vida se encuentran "las cosas no creadas", mientras en los otros peldaños se encuentran las ilusiones o la revelación divina  551. Muchos opinarán quizá que el análisis "un algo que es" es un análisis primitivo o pobre que no puede de ninguna manera cubrir la realidad. Pensaban que aquí iban a encontrar algo extraordinariamente complicado, algo muy elevado y hasta el momento desconocido, algo regio o majestuoso. Porque aquí uno tenía que encontrarse cara a cara con la Divinidad. Pero permítanme que me apresure a llamar la atención de estos lectores sobre el hecho de que estas cosas ciertamente existen, pero sólo en el término inferior de la serie de análisis. Constituyen la culminación de las cosas "producidas" por la Divinidad. Constituyen la revelación, manifestación o creación de la Divinidad, y nuestro análisis expresaba precisamente las realidades "no creadas". Por consiguiente hay que buscar entre las producciones de la Divinidad, si uno desea encontrarse con la opulencia de la Divinidad en toda su majestad y poder. Como esta opulencia es un producto de la facultad creadora de la Divinidad, no se la encontrará, naturalmente, más allá de la serie de análisis de los misterios de la vida o de la facultad creadora, sino que se la encontrará en esta serie de análisis.
      Como con los análisis actuales nos encontramos en la parte superior de la serie de análisis de la vida y, por consiguiente, estamos más allá o por encima de la facultad creadora, está claro que aquí los detalles de la serie de análisis tienen que ser cada vez más sencillos hasta que sólo quede un único detalle, a saber, "el algo" que no se puede reducir a la nada y, por consiguiente, aparecerá eternamente como "la causa sin causa" del universo, como el único "algo que es" o el único "punto fijo" absoluto del universo que existe de manera absoluta . A quienes añoran la visión de la grandeza y el poder de la Divinidad debo remitirlos a la parte de la serie de análisis de la vida que expresan el mundo de las formas o "X3", es decir, a la parte inferior de la serie de análisis. Aquí se manifiesta la Divinidad en la culminación de su creación y revelación. Es aquí donde la Divinidad habla a los mundos, a los seres vivos y al individuo concreto con suntuosidad de detalles. Es aquí que revela la naturaleza eterna de su ser como amor y, con ello, el supremo resultado de la vida, "todo es muy bueno" se convierte en un hecho.


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