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"El principio trino" como constituyendo la expresión universal del supremo análisis de la vida o existencia. Todo lo visible o perceptible como sinónimo de un mundo ilusorio  539. "El principio trino" es, así pues, la revelación del mayor misterio de la vida. Es la solución del enigma de la vida misma. Y comprendiendo esta solución se elimina todo el misterio con respecto a la verdadera identidad del ser vivo. El hecho de que aquí, en "Livets Bog" designemos a este principio como "X1", "X2" y "X3" o como "algo n.º 1", "algo n.º 2" o "algo n.º 3" no se debe, así pues, a una facultad deficiente de análisis, sino al contrario a la circunstancia de que esta designación cubre este absoluto fundamento de la vida. Es su análisis absoluto y perfecto. No tiene ninguna otra forma de análisis. Todo lo que se pueda decir además de lo que se ha dicho aquí en forma de este análisis trinitario es imposible que exprese el análisis de "la trinidad", ya que sólo puede ser, inevitablemente, un análisis de alguno de los productos de esta "trinidad". "El algo trino" es y sigue, de este modo, siendo eternamente la expresión absoluta y universal del supremo análisis de la vida o existencia.
      Aquí, en "Livets Bog", ya hemos entablado repetidas veces conocimiento con esta "trinidad" o cada uno de sus principios y, en relación con los símbolos aquí presentados, trataremos posteriormente de esta realidad divina con una última visión final de conjunto. Aquí, claro está, hemos entrado en contacto con "la trinidad" a base de nuestra explicación del más profundo origen de la vida de la conciencia del ser vivo o de la más recóndita fuente de su torrente de pensamientos. Y aquí llegamos al "deseo primario". Éste nos llevó de "X1" al interior de "X2" hacia "el elemento de destino". Aquí observamos por primera vez la creación de contraste. En nuestra investigación del interior del yo, y en dirección hacia el exterior, hacia la materia vimos por vez primera "movimiento" o "energía". Este "movimiento" se mostró como sinónimo de un desencadenamiento rítmico de toda la vida de la conciencia, que ya conocemos con el concepto "las espirales". Presenciamos un "despliegue mínimo" y un "despliegue máximo" y vimos, por primera vez, el misterio de las limitaciones. Vimos que "lo ilimitado" (algo n.º 1) creaba un contraste a sí mismo. Este contraste pasó a ser "lo limitado" (algo n.º 3). Pero como "lo limitado" se nos reveló como idéntico a "lo ilimitado", su identidad como "lo limitado" se mostró como ilusoria. Presenciamos tamaños "limitados" que, en realidad, no eran limitados, dado que contenían "lo infinito". Vimos que lo mayor y lo menor se transformaban en idénticos, ya que ambos fenómenos revelaban "lo infinito" o "lo ilimitado" como presentes en su recinto. Vimos que los colores, la luz y la consistencia, así como cualquier otro de los fenómenos visibles o perceptibles de la vida cotidiana eran limitaciones ilusorias ya que todos contenían así mismo "lo infinito" en cada una de sus naturalezas. Todo lo visible o perceptible se nos reveló, de este modo, como un mundo ilusorio.


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