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Los seres tienen que demoler las combinaciones de materia de otros seres para poder construir su propia protección física. La creación de medios para ello  521. En esta esfera todos los tipos de pensamientos son, por consiguiente, "interesados" o "egoístas". Esto significa, a su vez, que la base de todos ellos es crear una protección puramente externa y física para "el yo" del ser en cuestión. "La química cósmica" del ser, es decir, la vida de su conciencia o dirección de su pensamiento, es aquí la satisfacción del deseo o anhelo de energías o sustancias cuya combinación puede convertirse, precisamente, en una protección de este tipo.
      Como la esfera de conciencia "animal", "humana terrena", es la zona en que culmina "el principio mortífero", lo cual quiere decir que, como "las sustancias" o material que el ser tiene que usar para construir su protección para la mayoría ya forma parte de las combinaciones de energías de atracción y protección de otros yo o seres, para poder construir su propia protección el ser tiene, de manera correspondiente, que buscar sus "sustancias" en las combinaciones de energía de estos otros seres. Pero como estas "sustancias" ya están "ligadas" a la fuerza de atracción de los otros seres, la construcción por parte del ser de su propia protección depende, de este modo, de la demolición de esta fuerza de atracción de otros seres. Si tiene una fuerza de atracción mayor, es decir, un deseo mayor, una voluntad mayor o un anhelo más profundo de la energía en cuestión que el ser o "yo" en cuya combinación de energías se encuentran "las sustancias", entonces, claro está, podrá fácilmente imponerse. Pero si no tiene una fuerza de atracción mayor, entonces está expuesto al peligro de, no solamente, no poder imponerse, sino también de que sus propias "sustancias" ya adquiridas sean atraídas por la fuerza de atracción de otros seres, sean deseadas por éstos y entren a formar parte de las combinaciones de energías de estos seres, y debido a ello él mismo tenga que capitular.
      Pero en la zona "animal", "humana terrena", este peligro hace ya tiempo que ha llevado al deseo a evitar la capitulación en la conciencia o pensamientos del ser. Y estos pensamientos son la parte central del instinto de conservación en sí, son el núcleo de todo "egoísmo". Estos pensamientos se crean en gran medida por medio de la segunda y tercera energía básica de la espiral: "la energía del peso" y "la energía del sentimiento" que, a su vez, son lo mismo que llamamos "fuego" y "frío" respectivamente. Estas dos clases de energía son el material principal para la creación de un medio a través del cual el ser puede encontrar apoyo para repeler las energías o "sustancias" que ya están combinadas en los conjuntos de material del prójimo o seres circundantes y están supeditadas a su fuerza de atracción, o bien encontrar apoyo en su deseo de éstas. Este medio es lo mismo que lo que designamos con el concepto "explosión".


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