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"El interés propio" o "egoísmo" es la reacción del anhelo del ser de genialidad física  518. Como el ser en los primeros reinos de la espiral ha salido del "mundo divino" y del "reino de la bienaventuranza" y, por consiguiente, no tiene un organismo físico desarrollado, pero al contrario tiene un enorme deseo de alcanzar la culminación del contraste a los regímenes de vida o maneras de vivir en estos reinos, y como este tipo de vida sólo puede experimentarse por medio de un organismo físico totalmente desarrollado, el anhelo o deseo de todo lo que puede ser útil para el desarrollo total o perfeccionamiento de este organismo se hace muy predominante, tanto mediante la función automática o "conocimiento-C" innato, como mediante el nuevo e incipiente "conocimiento-A" y "conocimiento-B". En la conciencia del ser no hay ninguna fuerza impulsora mayor ni ningún objetivo superior que la capacitación física, y la genialidad consciente o no consciente que se espera alcanzar por medio de ella. El ser está dispuesto a servirse a sí mismo al cien por cien. Servir a sus semejantes desinteresadamente es algo que sólo existe en la lejanía, en el último borde del horizonte mental y, debido a ello, todavía no está al alcance de la vista. Toda esta forma especial de conciencia que se extiende desde la incipiente "planta" hasta "el animal" en su culminación se conoce en la vida cotidiana como "interés propio".
      Como "el ente" supremo del ser o "yo" también se expresa como "ego", al "interés propio" también se le conoce como "egoísmo".


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