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La mayor equivocación del hombre terreno  491. Pero la mayor equivocación o malentendido del hombre terreno por lo que respecta a la Divinidad se manifiesta en forma de esta actitud suya. Es más, esta actitud ha sido incluso, y sigue siéndolo todavía en gran medida aquí en la Tierra, una religión, un culto. Este culto es un elogio de lo que llamamos venganza. En el elogio de la venganza se aplaude, precisamente, el principio ojo por ojo y diente por diente.
      Pero, ¿cómo se puede compensar el daño ocurrido de esta manera? Un ojo ciego no recobra la vista destrozando otro ojo. Un hombre asesinado no vive de nuevo matando al asesino. Y, por consiguiente, el elogio o culto de la venganza carece, así pues, de lógica y está en contra de las leyes de la existencia. Este elogio ha demostrado, al contrario, que en vez de ser una lucha contra el odio y el asesinato se convirtió en el fundamento de su propagación o multiplicación. Matar a un ser porque ha matado a otro ser convierte un asesinato en dos. Vengar porque uno ha sido objeto de una venganza sólo es multiplicar la venganza. Pero creer que se puede extirpar la discordia multiplicando la venganza, que en realidad es la base de la discordia, es el súmmum de la ingenuidad. Y entonces también vemos florecer esta mentalidad especialmente en los pueblos primitivos, aunque naturalmente también atormenta en gran manera al mundo moderno, es más, por lo que respecta a refinamiento y crueldad culmina directamente aquí.


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